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Savanaclaw "Baby Girl"
Descargo de responsabilidad: Todos los personajes de esta serie están envejecidos.
Llamándoles "Baby Girl"
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"Vaya, mi baby girl se ve tan lindo cuando está dormido. Por qué no puede ser siempre así de adorable". Zumbó, tumbándose junto a Leona en el jardín. Ahora mismo estaba apagado como una luz y tenía una expresión tan pacífica en la cara. O al menos pensabas que estaba dormido. El profundo gruñido que salió de él cuando su brazo rodeó tu cintura y te acercó te dijo lo contrario.
"Oi, ¿Qué clase de apodo es ese?" gruñó en tu cuello. No pudiste evitar reírte mientras te retorcías en su agarre.
"¿Qué, no te ha gustado?" Preguntaste, fingiendo un mohín a pesar de que no tenías ninguna disculpa. Leona refunfuñó algo más en tu cuello, pero no pudiste distinguirlo. Sentiste que se relajaba y volvía a dormirse ahora que estabas en sus brazos. Qué bonito.
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"¡Ahí estás!" Ruggie había saltado sobre tu espalda. Estaba claro que te había estado buscando durante un tiempo viendo la falta de aliento que tenía. Debe haber necesitado algo malo si realmente estaba corriendo por ti.
"¿Necesita algo mi baby girl?" Te arrullaste, dándote la vuelta para poder verle la cara. Sus brazos alrededor de tus hombros se tensaron mientras te miraba con los ojos muy abiertos, y sus orejas se aplanaron un poco por la sorpresa. Te reíste mientras le agarrabas la barbilla y le dabas un rápido beso en los labios. Su cara se calentó antes de que se sacudiera.
"Sabes que si te permito llamarme así, me lo debes. Digamos que treinta y siete taumarks". Dijo como si acabara de sacar un número totalmente al azar de la nada.
"Ah, ¿así que necesitabas que te prestara algo de dinero? Entendido". Dijiste, tomando ya tu cartera. Juraste que podías ver su cola moviéndose un poco al darse cuenta de que su plan había funcionado. Bueno... le habrías dado el dinero de cualquier manera.
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Abriste la puerta de Ramshackle y sonreíste al ver a tu novio, muy alto y musculoso, mirándote. Parecía cansado por el día, pero aún así quería venir a esa cita nocturna de la que hablabas. Además, no diría que no si te ofrecieras a cocinar para él.
"Vaya, ¿ha tenido mi baby girl un día largo?" Dijiste, ahuecando la mejilla de Jack. Su cara se encendió en un profundo rubor mientras te miraba con sorpresa. Luego enarcó las cejas mientras se preguntaba qué estaba pasando exactamente.
"¿De dónde viene ese apodo?", preguntó, y tú te limitaste a reírte.
"Lo siento, no pude evitarlo. Es que a veces me pareces tan adorable, ya sabes". Dijiste mientras le dejabas entrar. Jack refunfuñó algo, pero por lo demás lo dejó pasar. A veces se veía demasiado lindo, especialmente con el pequeño movimiento de su cola que le delataba que no la odiaba.
