Memoria selectiva «Luffy x oc.»

Cuatro.

Aunque ese era uno de sus mayores recuerdos juntos, el que había iniciado su relación de forma seria, y el día que Luffy gracias a su memoria selectiva más recordaba. No era el único, no lo era, aún tenían varios recuerdos juntos.

Y es que. Después de ser novios y decírselo a varias personas, ambos chicos empezaron a frecuentar más seguido, en parte porque sus amigos querían que la pareja durará, ayudaban a Luffy a acomodar mejor sus horarios. Eso ayudó muchísimo, pero no fue realmente necesario, su deseó por verse era tan fuerte que parecía que el destino los ayudaba a estar juntos, y si no quería, entonces buscaban la forma. Un buen ejemplo, era ese día que Tanaris decidió obligar a Luffy a terminar con sus tareas, por que de lo contrario no lograra aprobar las materias que necesitaba para terminar la preparatoria.

Flashback.

–Vamos, tienes que hacerlos.

Tanaris miraba sus apuntes mientras analizaba lo que podría agregar a su trabajo. Estaba escribiendo en una computadora que estaba al lado suyo, era un trabajo de investigación, quería agregar mucha información pero de forma que quedara bien, no como una mezcla de cualquier tontería.

Pero en ese momento se había distraído un poco, porque golpeaba con su lápiz la hoja de su pareja. Lo golpeaba tanto que el ruido no dejaba de molestar al Mugiwara.

–¡No quiero!, ¡Solo dame mi celular y lo haré más tarde! 

Luffy seguía quejándose, mientras intentaba romper el espacio personal de su novio para darle un abrazo y mimos, así lograr que le diera el celular. Había logrado más de una vez lograr cosas molestando a su novio, muchas veces cuando rompía su espacio personal, le terminaba dando mucha vergüenza a Tanaris, por eso aceptaba, para que se alejara. Pero ese día el chico no pensaba ceder a las quejas de su novio, iba a ayudarlo quiera o no quiera, especialmente porque… no soportaba a Ace quejándose de que su hermano menor se quejaba de la escuela. No solo tenía que escuchar las constantes quejas de Luffy, sino también las de Ace, los quería a los dos pero, su vida ya tenían suficientes complicaciones como para escuchar la de otras dos personas, por eso prefería obligarlo a hacer sus tareas.

–Ven lo haremos juntos.

Corrió sus cosas y se acercó a su pareja para poder ayudarlo con su tarea, no es que supiera mucho pero sí lo suficientemente para poder darle una mano.

Luffy siguió quejándose, pero está vez sí se sentó al lado suyo.

–Sé que no te gusta hacer la tarea, y ver tantas acumulándose solo da estrés. Pero, si no empiezas nunca vas a terminar, por eso, vamos a hacerlo juntos para que poquito a poquito terminen.

»¡Y deja de mirarme así! Yo también tengo un montón de tareas y no me quejo.

Luffy siguió con su cara de enojo, pero, igual se sentó y empezó a hacer los ejercicios de matemáticas. No quería hacerlo, y eso se veía en la lentitud con la que mueve el lápiz, algo muy notorio siendo que Luffy era todo lo contrario.