Dos.

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Dos: Amor a primera conversación

Miyeon P.O.V

¿Qué sí creo en el amor a primera vista? Definitivamente ahora sí. Esa hermosa cara, esa alta y delgada figura quizá muy delgada y esos ojos que la hacían ver como la hermana pérdida de Bambi detuvieron mi corazón, el cual dejó de latir definitivamente después de ver la sangre que corría por esa piel de porcelana, olviden mis plantas, son unas asesinas de la belleza, ¿Qué acaso los ángeles caen del cielo? No pude evitar preguntarme a mí misma, ya que no me podía explicar cómo es que una criatura tan hermosa pudo haber llegado a mi patio ¿Será que acabo de recibir una bendición?

Entonces sus ojos se conectaron con los míos Oh suspiro sorprendida al ver la forma en que su mirada se fijó en mí. En la forma en que no parecía posible encontrarse a alguien como yo en mi propio patio. —Disculpa—. Dijo, su voz era muy poco femenina para tal cuerpo, luego de eso me sentí algo pervertida y extraña por observar tanto a la joven frente a mí. No es mi culpa que usara tan poca ropa ¿Qué acaso a los ángeles no les regalan ropas? —Estoy aquí por mi balón ¿Lo has visto? — Preguntó, bueno definitivamente esta chica era una mortal y no un Ángel, debo dejar de leer tantos libros. Incapaz de responder soloagité mi cabeza de izquierda a derecha, con tal belleza frente a mí, era incapaz de fijar mis ojos en un balón o lo que sea que ella dijo que estuviera buscando en mi patio. —Oh, aquí está— Dijo nuevamente y mis ojos se centraron en el balón que ahora tenía en sus manos —Bueno, muchas gracias y perdón por tus rosas, las puedo venir a arreglar si quieres—Entonces su figura se movió hacia el portón de madera que separaba mi casa de la de la señora Yoonje, entonces fue cuando reaccioné —¡Hey!— La llamé, y entonces su figura dio una vuelta y me quedo mirando con esos grandes ojos que definitivamente me recordaban a algún personaje de Disney. —Tienes sangre— señalé las gotas rojas que corrían desde sus muslos y sus brazos, ella entonces miró su cuerpo y se dio cuenta de lo que estaba hablando.

—Pasa, tengo un kit de primeros auxilios.— Entonces su mirada bajó desde la punta de mis pies, hasta el final de mi cabeza —¿No te da miedo hacer entrar a una extraña a tu casa?— Preguntó con una sonrisa picarona que hizo que mi corazón latiera a mil kilómetros por hora, "Esa hermosa voz me está matando" pensé

—¿Vives al lado?— Pregunté entonces se quedó mirando la casa de al lado —Vine a visitar a mi abuela.— Contestó con una sonrisa "Con qué esta es la famosa nieta de Yoonje" —Entonces ya no eres una desconocida— Dije, Yoonje ha sido mi vecina por casi un año y es mi colega en la escuela, no creo que su nieta sea una asesina. Ella sonrió y me siguió dentro de la casa. Al menos ella tampoco pensaba que yo era una asesina.

– Hmmm – La escuché murmurar, entonces la volví a mirar y ella tímidamente me dijo —Me encanta el olor a canela— Me quedé quieta unos segundos, era la primera persona en notarlo. Luego simplemente sonreí a su oración pues el olor a canela es algo delicioso para mí, uno de mis favoritos y que tengamos algo en común provocaba algo especial en mi. — Quizá arda un poco.— Dije mientras ponía alcohol en un algodón para comenzar a limpiar las marcas, apenas hizo tacto con su piel saltó un poco y no pude evitar sonreír a su ternura —¿Qué edad tienes? —Pregunté mientras miraba fijamente su brazo para cubrir todas las heridas. —18. — contestó suavemente, quizá se sentía un poco adolorida y por lo mismo no logró contestar con una voz más fuerte —¿Y tú? – Devolvió la pregunta. — 25. — Contesté, intentando no asustarla con mi edad. No quería que tuviera miedo o algo similar, además era una pequeña atracción.

— ¿Tú también juegas? — Seguí con mi interrogatorio mientras miraba el balón que ahora estaba bajo sus piernas – Sí. — Contestó – Soy la capitana de mi equipo, ex capitana. Pronto iré a la universidad. — Podía sentir el orgullo en su voz al decirlo, esa seguridad me parecía encantadora.— Tu abuela debe estar orgullosa— Dije pues, Yoonje siempre está alardeando de lo hermosa y atlética que era su nieta, ahora entiendo el motivo de todo su fanfarroneo, hasta parecía poco. —Eso espero. — Su voz sonó más débil que a como sonó su respuesta anterior, entonces pude notar algo que de lejos era difícil de diferenciar, sus ojos eran como un profundo mar, que si mirabas fijamente logras ver la confusión y lo pérdida que podría estar esta chica de solo 18 años, todos estuvimos ahí alguna vez.

Una vez que termine de curar y poner algunas banditas en sus heridas, guardé el botiquín y la pude ver de pie con su balón en sus manos. — Nicholas Sparks. — Dijo mirando el mesón frente a mi sillón, entonces sonreí. —Te gusta el romanticismo. — Primero pensé que era una pregunta, luego note que lo dijo como afirmación. —Así es. —Confirmé.

—Me gustaría... — Dijo lentamente. —Olvídalo, muchas gracias.

—Miyeon. —Dije, ayudándole con su falta de palabras.

—Muchas gracias Miyeon, —Dijo con una sonrisa que me estaba matando y haciendo que mi nombre suene hermoso.

—¿Qué te gustaría? —Pregunte sin olvidar lo que me había intentado decir un par de minutos antes. — Tener un amor como los que relatan sus libros. — Contestó tímidamente, pero con una sonrisa.

—Entonces eres una romántica.— Afirmé, sin preguntar.

—No lo sé.— Al parecer ella sí lo vio como pregunta —¿Cómo puedes saber si eres romántica si nunca has estado enamorada? —Entonces la pregunta me llegó, completamente ¿Cómo sé que soy una romántica? ¿Cómo sé que amo el amor? ¿Estoy enamorada?

— Yo creo, que la forma en que te imaginas estar con alguien lo respondería. — Dije sin saber exactamente a lo que me refería

—¿Hmm? —Preguntó o murmuró, al parecer ella tampoco sabe lo que intente decir y me maldije internamente por no saber expresarme bien algunas veces.

—Me refiero a que, me refiero a que si tú imaginas las cosas que harías si alguna vez te enamoras podría responder tu pregunta, ya sabes... las cosas que quieras hacer una vez que tengas a tu enamorado. —Creo haberme explicado mejor, aunque yo también estaba un poco confundida.

—Ya veo. — Pude ver que rascaba su cuello. —No creo en los sueños. — Dijo. —Me parece que soñar no vale cuando puedes actuar. —Entonces las dos nos quedamos en un largo y profundo silencio.

—¿Para qué imaginarme a mi enamorado si puedo tenerlo justo frente a mí? — El hecho de que sus ojos estaban pegados en mí cuando hizo esa pregunta me hicieron darme cuenta de que definitivamente esta chica me estaba haciendo algo, algo difícil de explicar.

Endless Summer (2022 ver.) MISHU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora