Boyfriend.

Salida.

Todo había salido perfecto en su segunda oportunidad de presentación.

Y terminó cogiendo con Mikey en un baño de cine, así que no se quejaba, ni una pizca.

Estaba considerando lo que dijo, aunque fuera broma, tal vez mudarse junto a Mikey es bueno. No a su habitación, sino a un departamento, los dos...

Chilló dando vueltas por toda la cama, paró de repente cuando escucho la puerta abrirse.

Cierto... Casi olvida que ya está en la habitación de su novio. Sonrió, viéndolo con un par de platos con frituras y palomitas.

—Está vez te quedaron geniales, Manji —dijo llevando un par a su boca y masticando con energía.

—¡Gracias! Es mi especialidad —Se señaló con orgullo y victorioso.

—Jaja, las hizo Shinichiro, ¿verdad?

—No... Bueno sí, pero yo le ayude a servirlas —Se excusó mientras miraba despreocupado a otro lado y se llevaba una palomita quemada a la boca.

Takemichi besó la mejilla de Mikey, causando un leve sonrojo en ella, le brillaron los ojos por la vista tierna.

—Te ves muy lindo sonrojado, Manji —Su mano atrapó la quijada del cenizo obligándolo a verlo y lo besó en la boca con un ritmo tranquilo.

—Y yo amo cuando haces estas cosas —Empezó a acariciar el brazo de Takemichi, siguiendo el beso.

Cuando Takemichi estaba por despojar la playera de su novio, un teléfono sonó causando que unos sonrojados chicos se alejaran.

—Creo que es el tuyo... —Takemichi desvío la mirada a la televisión tratando de parecer indiferente.

Mikey lo miró y asintió tomando su celular, era Chifuyu.
Gruñó por la interrupción de su subordinado, amigo y novio secreto de Baji.

—¿Bueno?

—¡Mikey! Todos estamos en la feria, ven y trae a tu novio si gustas, realmente me cayó bien —Con lo último también escuchó una queja de Baji lejana, de seguro celoso.
Bufó, le hablaron un mal momento, le emocionaba la idea de ir a la feria, pero prefería probar los ricos labios de su novio.

—Si no llegó en media hora, ni me esperen —Colgó, escuchando la risa de Takemichi por lo poco amistoso que era en situaciones así.

—Vamos, lindo, no puedes ignorarlos así solo por mí, además, creo que me gustaría ir a la feria contigo —Provocativo y atrevido repaso su dedo índice por el torso de Mikey, quien jadeo sintiendo de golpe una erección—. ¡Jaja! Ven, te ayudaré a bañarte.

Los chicos no sabían si lo que dijeron en la mini llamada sería suficiente para sacar a Mikey de su nudo de amor.

Y cuando a los primeros treinta minutos nadie se presentó, sus ánimos bajaron tanto que decidieron esperar diez más para reforzarse de paso.
Ahí fue cuando un par de chicos animosos les llamó la atención.

—¡Chicos, aquí! —Mitsuya, siendo el primero en reconocerlos, les alzó la mano para ubicarlos.

El rubio cenizo y pelinegro se encaminaron tranquilos, agarrados de la mano y una sonrisa cálida abordando su rostro.

—Hey —Simple Takemichi alzó también su mano para saludar.

—Les dije que si no llegaba en media hora no me esperarán —La sonrisa bonita de Mikey se volvió de molestia. Su plan era: si sus amigos no aparecían, él tendría una cita con Takemichi, solos.