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A pesar de decirle a Melissa que estaba bien, me obligó a quedarme en la camilla, por lo que suspiré aburrida dándole a entender que me quedaba y ella se fue.
Me levanté de la cama y salí a hurtadillas hacia la habitación de Stiles donde estaba sentado en la camilla viendo la cinta
¿Estás bien? -le pregunté asustandolo-
Sí, ¿tú estás bien? -se levantó para verme-
Sí, es solo un cortecito -le resté importancia pasando mis brazos por su cintura-
Si hubiera tenido mi bate en ese momento... -comenzó Stiles a lo que yo sonreí con diversión-
Si yo hubiera tenido mis manos desatadas le hubiera estrangulado con mis propias manos -le respondí- ahora hablando en serio, ¿me prometes que estás bien?
Te lo prometo -afirmó pasando sus brazos por mi cintura- ¿Te han puesto un tirita de Spiderman?
Melissa conoce mi lado infantil -reí mientras notaba su pulgar acariciar mi mejilla-
¿Sabes lo que noté cuando estábamos allí? -me preguntó mientras nos balanceabamos de un lado a otro levemente-
¿Que Brunski es un capullo integral? -le pregunté a lo que él rió-
A parte de eso -me dijo- cuando me diste la mano ya no tuve tanto miedo
Aw, eso es muy bonito -sonreí notando como se sonrojaba- pero conozco esa sensación. Cada vez que estamos en peligro, casi todos los días, siento que no tengo que tener miedo a tu lado. Por eso me gusta estar cerca de ti
A partir de este día no creo que te quiera soltar nunca más -me sonrió Stiles a lo que yo le besé. Nos besamos por unos segundos hasta que necesité aire para poder respirar-
Creo que ya debería de irme a mi cuarto antes de que Melissa se dé cuenta -señalé la puerta-
Está bien. Avísame si quieres algo, ¿sí? -besó mi frente a lo que yo le abracé para luego irme a mi habitación encontrándome a alguien-
Hola -saludé a Malia-
Me he enterado de que casi te matan -me dijo ella a lo que yo asentí levemente-
Lo mismo he escuchado sobre ti -le dije-
¿Estás bien? -me preguntó Malia-
Sí, Brunski nos secuestró -le expliqué- al final era un asesino en serie
Tiene sentido -dijo ella-
¿Y a ti que te ha pasado? -le pregunté-
Casi nos queman vivos -dijo a lo que abrí los ojos con sorpresa-
¿Estáis todos bien? -le preguntó-
En genial si -afirmó Malia-
¿Y tú estás bien? -le pregunté tras un incómodo silencio-
Estoy bien. Me voy a ir -dijo ella yendo hacia la puerta-
Te puedes quedar si quieres -le pedí-
Está cerrada -señaló la puerta a lo que yo fui hacia el pomo pero no podía abrirla-
Podría romperla -me dijo Malia-
Melissa llegará pronto, no hace falta llegar a ese punto de salvajismo -negué con la cabeza-
¿Por qué cerraría la puerta? -me preguntó-
A lo mejor estaba distraída -me encogí de hombros- o no estaba pensando con exactitud. Ya sabes, a veces las personas haces cosas sin pensarlas bien
Entonces es tonta -refunfuñó Malia-
No, incluso las personas inteligentes hacen cosas que creen que son correctas aunque no lo sean -hice una mueca- no creo que debamos echarselo en cara el resto de su vida por no pensarlo con exactitud. Y más si se ha intentado disculpar con 24 llamadas, 43 mensajes en el buzón de voz y seis veces yendo al bosque a disculparse
¿Va a seguir disculpándose? -me preguntó Malia-
Sí, porque se ha dado cuenta de su error -le respondí-
No tengo mucha práctica en cosas como perdonar. Algunas cosas las he cogido rápido, pero otras cosas son... -comenzó ella-
¿El álgebra? -reí levemente-
Odio las mates -afirmó ella-
Pero no me odies a mi, ¿si? Fuiste mi mejor amiga desde que nací, desapareciste, te di por muerta, lloré tu muerte... Y has vuelto a aparecer en mi vida y no puedo cagarla -le expliqué-
No te odio. Te quiero. Eres mi mejor amiga -me dijo para luego abrazarme. Nos quedamos un rato abrazadas hasta que la puerta se abrió de nuevo-



ESTABA sentada en el regazo de Stiles escuchando la cinta mientras él acariciaba mi espalda con su barbilla apoyada en mi cabeza y mi cabeza en su pecho.
Malia estaba junto a nosotros escuchando la cinta
Esto no pasó en Eichen -negó Stiles tras parar la cinta-
Pero entonces, ¿dónde fue? -preguntó Malia-
Eso es lo que nos queda por averiguar -le dije colocando las manos de Stiles de nuevo en mi espalda-



ESO es. Ahí es donde está. Ponlo otra vez y súbelo -dijo Malia después de mucho tiempo escuchando una y otra vez la cinta- es el tocadiscos
¿Qué tocadiscos? -preguntó Stiles-
El de la casa del lago, ¿no? -le pregunté a lo que ella asintió-
¿Se escapó de la casa Eichen para escuchar un tocadiscos? -preguntó mi novio-
Era como Lydia, ¿no? ¿Era una banshee? -preguntó Malia-
Solo predijo la puerta de Maddy -le dije mirando hacia mis pies colgando a los lados del cuerpo de Stiles y la silla del escritorio- se pasó años tratando de predecir algo más
Puede que lo hiciera. ¿Y si esta vez no fuera una muerte, sino muchas? -preguntó Malia-
Como la lista negra -comprendió Stiles-
¿Y si todos esos años, Lorraine lo predijo? -preguntó Malia caminando de un lado a otro- ¿Y si sabía que algo es el estudio podía detenerla?
Supongo que nos tendremos que dar un vieja a la casa del lago -les dije a lo que Stiles sujetó mi cintura para poder levantarse sin tirarme al suelo- ¿Puedo conducir?
¿Quieres dañar a mi bebé? -me preguntó mientras Malia caminaba delante de nosotros-
Lo cuidaré -afirmé con diversión-
Está bien -suspiró para luego darme las llaves-


¿QUÉ hacemos? Este sitio no es para nosotros -se levantó Stiles. Yo aún estaba acostada en la alfombra escuchando el ruido que hacía el tocadiscos- necesitamos a alguien como Lydia o Meredith. Solo estamos escuchando un tocadiscos reproduciendo algo donde no hay nada. Vamos, como si no hubiera otras cosas en las que también somos inútiles
Con esa actitud seguro que no encontramos nada -canturré-
Leo -me llamó Malia- sigo oyéndolo
No está encendido -fruncí el ceño sentándome-
Entonces hay algo más. Algo que gira -Malia se levantó. Estiré mis manos hacia Stiles indicándole que me ayude a levantarme por lo que lo hizo y lo guié junto a nosotras. Stiles apartó el tocadiscos y tirando de un cable rompió la pared dejando ver algo enorme. Como una especie de grabadora- ¿Qué es esto?
La lista negra -dijo Stiles-



¿ESTÁS loca? -paré a Malia antes de que le diera un puñetazo a la gran máquina- esto no es algo que puedas romper en pedazos
Si esto se usa para difundir la lista va a seguir en marcha hasta que todos mueran -añadió mi novio-
¿Y qué hacemos? -preguntó Malia-
Necesita algún tipo de orden o comando o algo así, ¿no? -preguntó Stiles-
Necesita una llave -señalé la mirilla dónde meter la dicha- y solo conocemos a una persona que sabría donde está
Lydia -afirmó Stiles-



¿CÓMO apagamos esta cosa, Lyd? -le pedí-
No lo sé. No sé nada de ordenadores de los setenta -me dijo ella al otro lado de la pantalla-
Ni nosotros tampoco -se asomó por mi hombro Malia-
¿Dónde está el monitor? -preguntó Lydia-
No se si hay, solo hay botones, tornillos, controles y otras cosas cuyos nombres no sé pero no hay ningún monitor -le dije. Stiles sujetó mi móvil torpemente antes de que se cayera al suelo por mi torpeza-
Gira el teléfono hacia la alfombra -me pidió Lydia. Fruncí el ceño pero le enseñé el suelo-
Debería hacer una mancha roja de vino -me dijo ella-
No hay nada -Stiles apoyó el mentón en mi hombro-
Le di 500 dólares a Brunski para contratar limpiadores -dijo Lydia-
¿Y qué tiene que ver el maldito vino con todo esto? -le pregunté tras suspirar-
El vino tinto no desaparece sin más -me dijo ella- a menos que no fue vubi
¿Y eso significa qué...? -le pedí-
Las cenizas no eran cenizas. El estudio no es un estudio. El tocadiscos no es un tocadiscos -enumeró Lydia- así que el vino podría no ser vino. Busca la botella de vino. Podría haber algo ahí
¿Qué tipo? ¿Cómo se llama? -preguntó Stiles-
Es un Côtes du Rhône de 1982 -dijo Lydia-



CREO que hay algo dentro. ¿Hay un sacacorchos o...? -preguntó Stiles tras entrar con la botella de vino. Malia lo tiró contra el suelo haciendo que se rompa-
Ponía -le pedí a Stiles cuando encontró la llave. La metió en la lista negra-







𝘌𝘭𝘦𝘰𝘯𝘰𝘳 (STILES STILINSKI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora