𝘌𝘭𝘦𝘰𝘯𝘰𝘳 (STILES STILINSKI)

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DESCARTADO -le dijo Lydia a Allison cuando nos enseñó una camisa muy fea para mí gusto. Ella volvió a enseñarnos otra camisa- descartado. Déjame ver. Todos descartados. Allison, mi respeto por tu gusto se tambalea por momentos
¿Qué tal esta? -les pregunté tras darle un pequeño visto a la ropa y encontrar una camisa negra con lentejuelas del mismo color-
Perfecto -asintió la pelirroja. Allison se la miró en el espejo hasta que su padre llegó- papá, hola
Es verdad. Perdona. Olvidé llamar -dijo él-
Hola, señor Argent -posó una actitud coqueta Lydia-
¿Quieres algo, papá? -le preguntó Allison-
Esta noche te quedarás aquí -le dijo el mayor-
Voy a salir con unos amigos -le dijo Allison-
No cuando un animal que ataca a la gente anda suelto -dijo el señor Argent. Miré hacia otro lado algo incómoda-
Papá, yo... -trató de hablar Allison-
No es cosa mía. Hay toque de queda -le dijo él- nadie puede salir pasadas las 21:30. Oye, basta de discutir
Eres la niña mimada de papá -le dijo Lydia cuando él se fue. Mira quién fue a hablar-
A veces. Pero esta noche, no -dijo Allison para ponerse el gorro y abrir la ventana-
¿Qué haces? -le preguntó Lydia. Ambas nos quedamos sorprendida cuando cayó perfectamente en el suelo-
Ocho años de gimnasia. ¿Venís? -susurró Allison-
Iré por las escaleras -dijo la pelirroja a lo que yo salté del tejado y caí a su lado-
Pasadlo bien. Yo ya me voy -les susurré para luego empezar a irme sigilosamente de la casa-

¡LA compañía ha llegado! -avisé tras entrar a la casa Stilinski. Me tiré a su lado en el sillón entre las bolsas de golosinas y papas- ¿Qué toca hoy?
¿Star Wars? -me preguntó señalando la saga-
Star Wars -afirmé. Nos pasamos horas viendo varias de las películas y para ese entonces yo tenía mis piernas encima de las de Stiles y él su cabeza en mi hombro. Estábamos riendo mientras hablábamos como Yoda hasta que un silencio se formó cuando nuestras caras quedaron a pocos centímetros de la otra y la mirada de ambos bajó a los labios del otro- c-creo que deberíamos ir a ver cómo le fue a Scott...
S-sí -afirmó Stiles- separándose rápidamente. Tan rápidamente que cayó al suelo a un lado del sillón-
¿Estás bien? -reí mientras me asomaba para verle en el suelo-
Sí, solo estaba...probando el suelo -asintió Stiles-
¿Probando el suelo? -reí levantándome y ayudándole a ponerse de pie-
Sí -afirmó. Antes de poder discutir esa mentira, tiró de mi brazo y ambos fuimos a la casa McCall-
¿Y por qué no entramos por la puerta? -le susurré mientras le veía intentando entrar por la ventana-
Porque su madre estará durmiendo -se encogió de hombros. Rodé los ojos para luego ir hacia la puerta. Saludé a Scott y entré a la casa junto a él-
Scott. ¿Puedes decirte a tu amigo que use la puerta como Eleonor? -le dijo Melissa. Seguramente se haya asustado al verle entrar por la ventana-
Pero la puerta está cerrada. No podría haber pasado -dijo Scott-
Sí, exacto. Y, ya que estamos, ¿sabéis que hay un toque de queda policial? -preguntó la mayor-
No -le restamos importancia los tres-
¿No? Pues vale. ¿Sabéis que? -dijo para luego tirar el bate que sostenía a la cama- ya he cumplido como madre por hoy así que buenas noches
Buenas noches/ buenas noches, señora McCall -dijimos al unísono su hijo y yo-
¿Qué? -preguntó Scott al ver nuestras caras-
Mi padre se ha ido al hospital hace 15 minutos. Es el conductor. Dicen que sucumbió a las heridas -le explicó Stiles. Apoyé mi mano en su hombro como consuelo ignorando el flashback que me vino de los últimos minutos en su casa-
¿Qué sucumbió? -preguntó Scott-
Scott, ha muerto... -le dije. Su cara me dejó claro que esto no se iba a quedar así-

GRACIAS por traerme a casa -le dije a Stiles desabrochando mi cinturón y girandome para verle- llámame si necesitas algo. Hasta mañana
Oye, Eleonor -me paró a lo que yo volví a girarme dejando de abrir la puerta- ¿Te gustaría ir algún día al cine o algo...? No sé, ya sabes, para...
Claro, sería estupendo -le corté su vómito verbal. Besé su mejilla y entré a casa sigilosamente hasta llegar a mi cuarto. Pegué un grito al ver a mi madre sentada allí-
Sé que estar enamorada te hace hacer lo curas pro cumplir el toque de queda es importante -me dijo con una pequeña sonrisa-
Mamá -le llamé antes de que se marchara- ¿Cómo sé si estoy enamorada?
Aún tienes muchos años para averiguarlo -besó mi frente y se fue-