❝ Estuve durante cinco años
pensando que nunca volvería a
verte y no puedes fallarme ahora
mismo, Peter❞
¿Primos? Biológicamente sí, pero para Daphne y Peter Parker ellos eran hermanos.
Tras el...
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Tan solo habían pasado seis días desde el famoso chasquido y aún Peter no aparecía por ninguna parte, cosa que asustaba mucho a May.
Madre e hija luchaban con la ansiedad contante, ambas intentaban pensar en lo mejor y que Peter estaba bien, pero los pensamientos positivos no los podían mantener ni con un sahumerio.
— Daphne — May entra a la habitación de su hija, la niña se encontraba enrollada con una sabana y una almohada cubría su triste rostro que estaba rojo de tanto que había llorado. — Tienes que almorzar, linda.
— No tengo hambre.
Daphne no estaba nada bien. Lucila fue su mejor amiga desde que nacieron prácticamente y verla desaparecer fue el suceso más traumatizante que había vivido en su vida.
Cuando todo se encontraba en silencio ella oía los gritos de las personas que pedían ayuda y no podían recibirla, y cuando cerraba los ojos veía a Lucila desaparecer.
— Debes comer.
— Es que no tengo hambre — Murmura Daphne mirando a su madre. — ¿Y sí ahora algo malo está por venir y no nos damos cuenta?
May deja la comida sobre una mesa y se acerca a su hija con preocupación. — Dejarás de ver teorías de YouTube.
— pero tienen sentido.
— Perdón, pero no más internet.
Daphne asiente a mala gana, vuelve a tapar su rostro y espera a que su madre se vaya para poder volver a llorar.
El teléfono de May suena y la mujer atendió de inmediato.
Dos horas después.
La increíble sede de los vengadores era un sueño para Daphne, su mirada estaba puesta en la hermosa estructura y sus ojos brillaban de emoción por solo saber que volvería a Peter.
May y Daphne fueron guiadas a la sala de la sede y la pequeña estaba que chillaba de emoción cada vez que veía a un superhéroe pasar (no conocía a ni la mitad, pero ella súper emocionada igual).
— Señorita Parker— una mujer rubia saluda a May y después llevó su vista a Daphne con una sonrisa. — Hola, soy Pepper.
— Daphne —ella sonríe y la mujer rubia solo quiso llorar al ver los ojos llenos de ilucion de Daphne.
— Tony la espera ahí adentró, está en una situación delicada de salud pero quiso hablar con usted en persona —se dirigió a May y la tía de Spiderman asintió con la cabeza.
Daphne estaba por seguir a su madre, pero May niega con la cabeza y se pone frente a su hija. — Es conversación de adultos y tu esperarás aquí afuera unos minutos.
