❝ Estuve durante cinco años
pensando que nunca volvería a
verte y no puedes fallarme ahora
mismo, Peter❞
¿Primos? Biológicamente sí, pero para Daphne y Peter Parker ellos eran hermanos.
Tras el...
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La última vez que Daphne Parker había estado en la sede de los vengadores fue cuando se enteró de aquella noticia, cuando supo que Peter había desaparecido.
— Estoy ansiosa — confesó la Parker cuando empezaron a buscar a un adulto en el lugar y Ethan la miró de reojo.
El Stark ocultó una pequeña sonrisa y una burla porqué no podía ser malo con la Parker, tal vez si hubiese sido otra persona se hubiera burlado. — Steve y Nat son gentiles, te agradarán.
Ella estaba por decir algo, pero hablar se le hizo imposible al reconocer al capitán América a unos cuantos metros de ella preparandose un café y con pantuflas extrañas. Dean amaría estar con ella en ese momento.
— El vengador más valiente — Ethan llamó a Steve Rogers, el hombre estaba de espaldas a ellos pero al darse vuelta una sonrisa apareció en su rostro al ver al joven Stark.
— Ethan, que bueno verte —el hombre rubia se acerca y le da un abrazo al adolescente. — ¿Recibiste el paquete que envié en navidad?
El castaño asiente con una sonrisa y ladea con la cabeza —Si, gracias. Vinimos de visita—lleva su vista a la Parker que no podía dejar de ver las pantuflas del rubio, eran de la bandera de Estados Unidos. — Ella es Daphne.
Parpadea y extiende su mano con algo de nervios, pero intentando ser la chica más educada del mundo — Daphne Parker, es un gusto señor Rogers.
— Puede decirme Steve, señorita Parker —sonríe amable el capitán América.
— ¿Y Nat? —pregunta Ethan curioso y con una sonrisa, el desde niño adoraba pasar con la mujer pelirroja.
Para Ethan fue increíble encontrar una familia en los vengadores originales, el era solo un niño cuando su tío se había hecho cargo de el después de que su madre perdio la cordura y estar con los vengadores desde sus inicios lo ayudó a seguir otro tipo de vida.
— Se fue hace rato ¿Y que tal la escuela, Ethan?
— Como siempre, ya deja de ser interesante después de un tiempo estar entre cerebritos —planteó el chico y Daphne observa al Stark hablar con curiosidad. — ¿Sabes que nos dejó hacer Tony? Nuestros propios trajes.
— ¿Con armas incluídas? — cuestiona confundido el soldado.
— Si —se le ocurre una idea — ¿Podemos escanear los trajes del cuartel?
Ethan solía decirle cuartel de niño a la sala donde estaban los trajes preparados por si debían irse rápido, por lo que todos comenzaron a decirle de esa manera.
(...)
Daphne oía la conversación de Ethan y Steve, ambos parecían padre e hijo al hablar a los ojos de la castaña.
Steve no dejaba de preguntar sobre las actividades del chico, para el era importante que alguien este atento a las cosas que podía llegar hacer Ethan porque para el todavía seguía siendo el niño que había conocido hace tantos años.
