Kitsune, el Vigilante Nocturno (pausa)

Capítulo 4 : Conversaciones importantes

Shouta saltó sobre los tejados, reflexionando sobre la información que el justiciero le había dado la noche anterior. Su niño problemático tiene una hermana pequeña, no existe legalmente y está relacionado con alguien tan horrible que creía que la Comisión lo mataría. Lógicamente, Shouta podría concluir que estaba relacionado con un villano, pero no tenía idea de qué villano sería tan condenatorio como para incurrir en asesinato.

Hablando de niños problemáticos, vio a Kitsune sentada en una azotea, el brillo verde brillante de su máscara venía de la parte superior de su cabeza en lugar de su cara. ¿Y eso fue-? Sí, eso era humo. Estaba vapeando de nuevo.

"Aunque no es ilegal, sabes que eso daña tus pulmones, ¿verdad?" Shouta gruñó, teniendo cuidado de permanecer detrás de él y no ver su rostro. Mantener la confianza entre ellos era más importante que descubrir su identidad. Aunque el hecho de que no existiera legalmente lo hacía probablemente discutible, pero aun así.

El vigilante se encogió de hombros, guardó el vaporizador y se puso la máscara. "Me pone en el espacio mental", dijo Kitsune, poniéndose de pie y girando los hombros. "Además, no es que esté drogado. Solo lo suficiente para quitar el borde, ¿sabes?

Shouta frunció el ceño. Conocía lo suficiente a su Niño Problema como para darse cuenta de que algo le estaba molestando. "Solo vapeas en público cuando algo te molesta".

"Astuto como siempre, Eraserdad". Le hizo un gesto al héroe profesional para que subiera y se sentaron juntos en la azotea. Esperó, pero finalmente Kitsune habló. "Alguien importante se ofreció a darme poder".

"¿Qué tipo de poder?"

Kitsune suspiró, con la cabeza inclinada, y Shouta podría jurar que podía escuchar los engranajes girando en la cabeza del niño. "Fue alguien del lado correcto de la ley", dijo. "Y era alguien que no sabía acerca de mi trabajo nocturno. El poder es grandioso, inmaculado, mucho mejor de lo que merezco. Si lo tuviera, podría ayudar a salvar a tanta gente, pero dármelo pondría el poder en peligro".

Shouta ya podía sentir el dolor de cabeza acercándose. La combinación de la autoestima normalmente abismal de su hijo más lo que fuera que estaba pasando era demasiado para su pobre cerebro privado de sueño. "Así que es un problema moral más que un problema físico".

"Más o menos, sí, aunque está todo el peligro".

"¿Algo de peligro?"

Kitsune se encogió de hombros, como si esas palabras no solo enviaran una punzada de pánico a través del héroe profesional. "Estoy huyendo de mucha gente. Este poder es muy importante, lo suficientemente importante como para que toda la clandestinidad estaría detrás de mi cabeza si supieran que la tengo.

"Niño, eso es un riesgo, pero estoy bastante seguro de que estarás bien", Shouta eligió sus palabras con cuidado. "Has durado tanto tiempo como justiciero, jugando con algunos de los grupos más peligrosos que existen. Estoy seguro de que mantendrás el poder a salvo."

Se sentaron en un tenso silencio antes de que Shouta hiciera la pregunta en su mente. "¿Cuál es tu moral?"

"Hablando de filosofía, nunca te identifiqué como el tipo", bromeó, luego se puso un poco más serio. "Supongo que bastante estándar. Nada de asesinatos, no robes a menos que tengas que hacerlo, ayuda si puedes, no seas un imbécil innecesario. Pero conoces mi postura sobre las leyes. Si hay vidas en juego, rómpelas. La vida de las personas es más importante que la ley. Y un código moral es sólo un conjunto de leyes. Estoy dispuesto a romperlos si eso significa salvar vidas".

Y esa fue una declaración cargada. Shouta sintió el trasfondo de acero en sus palabras, la convicción de alguien que tenía que hacer exactamente lo que decía.