AGAIN! (DCsuperherogirls)

#InvestigaciónFallida

Capítulo 3.

Kara caminaba mientras observaba su celular, a veces con la intención de captar señal, tenía que estar en movimiento, pues gracias a las mediocres instalaciones que el alcalde promovía con su presupuesto, el internet era inestable. Al obtener por lo menos tres rayas sonrió victoriosa, sus métodos eran infalibles. Miro por donde iba, estaba cerca del balde de burritos, el olor a carne fresca con tortilla activo su olfato llevándola al cielo. Prácticamente fue como si flotara hasta el delicioso manjar.

No espero más y entro a qué la atendieran, el balde de burritos era famoso por la receta que ofrecían, que además era un total secreto, aun así, no se esperó que hubiera tantísima gente. Frunció el ceño, decidida a esperar.

Para variar, su espera les valió un pepinillo, la atención al cliente ahí era un asco. Más de unas dos horas esperando, para que cuando llegara su turno le dijeran que ya se les había terminado todo, ¡Era injusto! De nuevo, no supo controlar su fuerza y atento con el recibidor.

—OYE, ¡¿Qué haces?! —El gerente salió de su oficina analizando la escena; empleado pálido, clientes asustados, una mujer con las manos cerradas y una mesa de recepción casi hecho pedazos. Arqueó la ceja, reconocía la situación.

—¿ROBAR YO? ¡Que estupidez! —Puso sus manos en las caderas. —Por favor, y después dicen que la que exagera es otra. ¡Revise las cámaras y haga algo bien en su vida! —La fornida rubia estaba dispuesta a irse, no obstante, fallo en creer que se iba a salir impune.

La patrulla de su primo estaba estacionada en frente, pero él no estaba en ella.

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Casi una semana completa compartiendo uniforme y aun no se acostumbraban a la presencia del otro. Favorablemente comenzaron a hablarse, no por gusto, más bien por mandato del jefe superior. Lo bueno de todo esto era que por fin tenían un caso al cual dedicarse.

—¿" Desaparición del gato de la señora Cho"? —Jess cubrió su boca con preocupación. —Debe de estar muy angustiada...

El chico bufo.

—Se ha escabullido más veces de las que puedo recordar, y siempre a salido ileso. ¿De qué te preocupas? —Hablo recargado en la pared. Siendo sincero, no le estaba poniendo atención en lo más mínimo a esa investigación; tenía cosas más importantes en mente, cómo la identidad desconocida que tenía al frente.

Frunció el ceño y se giró para apreciar la vista que el cancel ofrecía.

—A esta altura de nuestra relación Clark debería saber que ya tengo la suficiente experiencia para involucrarme en casos más complejos —. Se dijo a sí mismo, no obstante, Jess alcanzó a escucharlo. Por suerte no se dio cuenta de que era una indirecta para ella.

En esos últimos cuatro días había recolectado un sin fin de huellas dactilares de cada dedo de ambas manos, una muestra de saliva y un diminuto cabello cortado cuidadosamente para que no se diera cuenta, y aun así, teniendo tantos elementos, no tenía nada.

La morena dejo todos los documentos en el escritorio al notar su mirada.

—¿Qué? —Dijo a la defensiva antes de sonreír sarcásticamente. —¿Extrañas tener pelo? —Pregunto, refiriéndose a su corte casi rapado militar.

—No —. Se cruzo de brazos. —Es mejor que tenerlo dañado y con las puntas dañadas —. Se permitió enseñar su blanca dentadura sínicamente.

—Pues yo recomiendo dejártelo crecer.

—Y yo recomiendo que cuides mejor el tuyo.

Concluyo la conversación, precedentemente de que Cruz contestara, el teléfono de emergencia había sonado.