#AparienciasSuperficiales

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Capítulo 2

La tensión en el aire se sentía a kilómetros, cada pequeña esquina de la estación de policía estaba en total silencio, como si no hubiera una sola alma trabajando en el lugar, tan penetrante e irritante. No lo soportaba, era una tortura que no parecía terminar pronto. ¿Estaría condenado a convivir hasta su jubilación con la enloquecida muchacha que por alguna razón era extremadamente silenciosa al hacer las tareas que Clark le había asignado como preparación?

De verdad no quería, se lo había dejado en claro al Capitán Kent con 29 llamadas y 45 mensajes de voz a las 3 de la madrugada. Todavía tenía fe de que contestara alguna de ellas. Mientras, con cualquier cosa buscaba hacer el suficiente ruido para acabar con el ahogo que tenían mutuamente.

Al empezar con los anuncios matutinos seguía sin tener éxito al cien por ciento y todavía faltaba el recorrido de todos los días.

—El Capitán Clark Kent me dejo a cargo por tiempo indefinido, y como oficial al mando no permitiré retrasos. —Hablo autoritariamente a través de la puerta de los vestidores, donde la joven morena se estaba alistando.

Jessica tampoco la estaba pasando bien, después del intencionado incidente no quería ni mirarlo a los ojos, y aunque ya había reconocido su error, él igual no pretendía dirigirle la palabra a menos de que fuera obligatoriamente necesario.

Frunció el ceño, la corbata que tanto la había atrasado no quedaba y su paciencia cada vez se hacía más pequeña. Los toquidos interminables de su tal compañero estaban a nada de reventarle la cabeza. Hasta que, simplemente se detuvo, al diablo con la corbata, no la usaría. Agarro solo su gorro de cuartel y caminó hacia la salida, donde el chico de desagradable mirada la estaba esperando impacientemente.

—Estoy lista, ¿Okey?

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El nuevo pedido ya estaba listo para entregarse, y a pesar de que no podía ir muy rápido, debía correr. Barry tomo su mochila donde el paquete estaba dentro, posteriormente se despidió de su amiga Karen girando de un lado a otro su mano al notar que estaba recibiendo la orden de uno de sus clientes. Vio la dirección del domicilio de donde debía ir, no estaba muy cerca así que apuro el paso.

Por automático se detuvo antes de chocar con la persona de cabellos rojizos que ingresaba al establecimiento

—Oh, lo siento Barry, no te vi —. Intento moverse hacia la parte derecha de la puerta para que el rubio pasara a su izquierda, pero él hizo exactamente lo mismo.

—Descuida Babs, está bien —. Ahora ambos en sincronía se movieron a la izquierda para que él otro pudiera pasar en la derecha. Después de varios intentos en ver quien pasaba primero formaron una breve danza de un lado a otro. En risas, la ojiverde le cedió el paso para que el chico se fuera, y este asistió agradeciéndole.

Tomo la motocicleta del trabajo y emprendió el viaje hacia su siguiente destino. Como costumbre, se perdió entre sus pensamientos, hasta que se percato de que el claxon de un auto era dirigido a él.

—Hey Barry, ¿Cómo has estado? —Le saludo un viejo conocido, quien todos los fines de semana iba sin falta por su batido verde para "ponerse en forma" y una rebanada de pastel de chocolate para saciar el sabor.

—Hal —. Respondió. —Estoy bien, con el trabajo de siempre —. Señalo el saco que llevaba en la espalda.

—¿Quieres que te llevemos? —El castaño señalo la parte trasera. Entonces, Barry se dio cuenta de que no estaban solos; el asiento del copiloto estaba ocupado por una chica morena que jamás había visto. No dijo nada a cerca de ella por la incomodidad que expresaba.

—No hace falta, igual, gracias.

Cruz espectaba siendo el mal tercio de aquellos dos, recargada en su hombro aburrida. Era la octava vez que se detenían por una persona que Jordán ya conocía. Después de los cinco minutos más largos de su vida, por fin, pudieron seguir avanzando.

—Ha sido un placer poderme encontrar contigo Hal, pero tengo que correr, ya sabes, entrega rápida. —Guiño el ojo como despedida antes de irse en un pestañeo.

— ¿Conoces a todo el mundo? —Jess cuestiono finalmente, pararse en cada esquina no era coincidencia.

—No a todo, no te conozco a ti —. Respondió entrecerrando los ojos. No dijo nada más.

Ahora que lo pensaba tenía razón, jamás la había visto por los suburbios ni en ningún lado, prácticamente era un fantasma, ¿y ahora era oficial de policía? ¿de dónde demonios Clark la había sacado?

Iba a investigarla a fondo, era su deber como encargado de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos, y no tenía intenciones de fallar.

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No cabía duda de que la mejor combinación era el café con leche y, aunque amaba el café negro, de vez en cuando le gustaba disfrutar de algo más dulce. Claro, después de mudarse a un sitio donde su principal fuente de alimento es una cafetería con mucha variedad en dulces, se volvía más frecuente.

Su concentración dejo al latte para dedicarse a la extraña arquitectura que presidia frente a la ventana de donde estaba. Su estructura no podía detallarse a causa de los tablones que obstruían la entrada y ventanas. Por su aspecto podía jurar que quedo abandonado.

Curiosamente, no la había notado hasta apenas.

—¿Gustas más café?

Alguien le estaba hablando.

—¿Eh? —Giro en la dirección de donde la voz provenía.

—Que si quieres más café. Te noto distraída —. Barbara se rasco la cabeza. —Cuéntame, ¿cómo te ha ido? ¿ya te adaptaste a tu nueva vida?

—Eeh... respecto a eso... es muy pronto para saberlo. Aun no sé qué quiero hacer, solo busco algo con que entretenerme —. Se recargo en su asiento un poco frustrada. ¿En qué momento decidió tomarse un año sabático para entrar a la universidad? Para colmo, la señal del wifi era muy débil, parecía ser que no había comunicación con el exterior. — ¿Tienes alguna idea? Mi laptop no sirve de ayuda...

Karen parecía meditarlo unos segundos.

—Si, sobre eso, pasa en esta época del año, los cables son muy sensibles al contacto, y con la nieve, pues, son más intolerantes —. Se detuvo un momento antes de volver hablar. —¡Pero anímate! Hay más en el mundo que una pantalla rectangular.

—¿En serio? ¿Como qué?

—Ykrisnk ofrece interesantes lugares para visitar. La tecnología está muy sobrevalorada hoy en día, ¿qué tal si afuera encuentras algo que jamás hayas imaginado? —Contesto, muy apenas convenciendo a la pelirroja. De pronto tuvo una idea, recordó la vez en la que la chica llevaba una playera de un personaje de ciencia ficción, ya tenía una mejor respuesta. —Bueno, entonces, ¿qué tal si te digo que hay una biblioteca aquí cerca donde puedes encontrar variedad de libros e historietas?

Si que le llamo la atención.

—¿De verdad? —Cerro su laptop con intención de prestar más atención.

—Um-muh —. Asintió con una media sonrisa. 

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CONTINUARA...

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AGAIN! (DCsuperherogirls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora