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"CRECER"

Los días es Dragonstone fueron los primeros para los jóvenes Velaryon en que notaron un extraño ambiente, quien ignoraba eso era Lucerys que corría de un lado a otro jugando por los pasillos y los exteriores.

Nevay y Jacaerys habían dejado de sentir ese peso en sus hombros proveniente de las miradas juzgadoras de algunos. Sentían una extraña paz mental que los hacía gozar de ese lugar.

Pero, también estaba el extraño sentimiento que invadía a la joven princesa y la visitaba todas las noches en la oscuridad de su habitación. Era como si al finalizar el día hubiera faltado algo importante por hacer, alguien a quien ver. Extrañaban a Aemond, su tío y a quien podría considerar un amigo cercano, más jamás llego una carta de respuesta a las cinco que ella le había escrito.

¿Qué se podía hacer cuando te alejas de la persona con la que creciste desde el día de tu nacimiento? Extrañarla no era ni siquiera una opción, era un sentimiento que se hacía demandar.

Le dolía saber que cuando se fue él no se despidió, ni dirigió una mirada a su persona o algo. No le dijo nada, eso le molestaba a su vez que la hacía sentir triste.

—¿No se supone que debes estudiar?— irrumpió Jacaerys en la sala principal donde Nevay estaba sentada frente a la gran chimenea con un libro en sus piernas.

—Sí— respondió de forma automática respirando profundo saliendo de la burbuja de sus pensamientos para volver su vista al libro y cambiar la página.

Su hermano la observó con detenimiento, él había notado las idas momentáneas de Nevay en ocasiones. Se iba a otro lado de su mente dejando de prestar atención a lo que sucedía a su alrededor. Él admitía no tener una buena relación con los hijos de Viserys, pero sabía que su hermana mayor era un caso distinto cuando se trataba de Aemond. Eran los únicos que se llevaban bien y ella era la única que podía terminar con las peleas que ocurrían en ciertas ocasiones entre ellos.

Hizo una mueca acercándose para sentarse a su lado, soltó un quejido, ya que su hermana estaba a tan solo un metro de distancia de la chimenea que emitía fuertes olas de calor.

—Serás reina algún día.

Nevay dejó su lectura volteando a verlo extrañada por sus palabras.

—Y tendrás que desposar a alguien— continúo—¿Lo has pensado?

—¿Por qué tendría que casarme con alguien para reinar?— murmuró molesta—. Estúpidas reglas, a veces desearía detener el tiempo y que seamos niños por siempre.

—No puedes hacer eso— río ligeramente divertido por su comentario, detuvo su risa para verla con intriga—. ¿Con quién te casarías?

—¿Puedo elegir? Eh visto las cartas que mamá ocultaba en su habitación en donde lord s piden mi mano para sus hijos. Me sorprende que no me haya dicho que iba a desposar a alguien.

—Tal vez ella quiera que tú elijas tu vida.

Nevay volteó a verlo pensativa. Quizás su hermano tenía razón, su madre quería que fuera una decisión que ella tomara o incluso consideraba que aún no estaba preparada. Pero si algo se veía inevitable era la etapa del cortejo, idea que le desagradaba.

—¿Extrañas a...Aemond?— preguntó de manera cuidadosa Jacaerys y en cuanto su hermana desvío al instante su mirada supo que había dado en el clavo de la tristeza de Nevay—. Puedes ir a verlo, ¿sabes? No creó que mamá se niegue a eso si se lo pides, ella siempre-

—No sé si Aemond quiere que vaya a visitarlo, la última vez ni siquiera me dirigió la mirada.

—¿Pelearon?— soltó sorprendido el muchacho causando que Nevay sonriera con humor.

•THE CHAOS OF LOVE • § • Aemond Targaryen •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora