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"DRAGONSTONE"

Nevay observaba como la aguja traspasaba la piel de su madre para cellar la herida con hilo. Bajó su vista a sus mangas al sentir la tela dura logrando ver como la sangre seca de sus hermanos contrastaba con el lavanda. La sangre estaba también en el resto de sus manos.

Se sentía cansada y un dolor en su cabeza la hacía mantenerse en silencio, toda la noche despierta hasta que se hizo de mañana atenta a los cuidados de su madre y hermanos.

Jacaerys volteó a verla notando que estaba sentada en uno de los sofás apartada concentrada y con sus ojos avellanas en su madre.

—¿Dónde estabas?

Rhaenyra miró a su hijos percatandose que este le hablaba a su hermana.

—¿Qué?— preguntó Nevay dejando sus pensamientos a un lado.

—Te fuimos a buscar a tu habitación pero, no estabas ahí.

—Yo...—. Juego con sus manos nerviosa—. Salí a volar con Crius.

—¿Saliste de noche?— cuestionó Rhaenyra.

—Necesitaba estar sola, no me sentía bien.

Su madre la miró detenidamente sintiendo culpa al no haber estado para su hija, ella los había mandado a la cama y nisiquiera se había percatado de que su hija mayor faltaba.

—Esta bien, ¿ahora estas mejor?— preguntó con voz calmada para no hacerla sentir mal.

Nevay asintió.

—¿Puedo ir a ver al abuelo antes de que todos se vayan?

—No me gustaría que salieras de esta habitación tras lo ocurrido, algunos pueden seguir exaltados— dijo Rhaenyra, pero la verdad es que la mujer de cabellos blancos temía que si su hija salía podría encontrarse Alicent y esta le hiciera daño. Lo había comprobado ella misma de lo que era capaz esa mujer por venganza, no quería arriesgar a su hija y exponerla al peligro.

—Pero quiero ir a ver al abuelo— insistió esta vez con pesadez.

—Después, Nevay— dijo esta vez más firme viendo con una mueca divertida el como su hija suspiraba en resignación para al instante ahogar un quejido al sentir como la aguja volvía a atravesar su piel.

—Tendrá una cicatriz, pero va a sanar. El acero valyrio hace cortes limpios— informó el maestre a la princesa.

Las puertas fueron abiertas para dar paso a Laenor quién observó con estupefacción a su esposa e hijos. Los varones más pequeños teniendo sangre seca en sus rostros y heridas que resaltaban. Su ojos fueron también a su hija mayor buscando alguna herida, pero ella era la única que no parecía haber sufrido en la pelea.

Laenor había sido notificado de la situación, sabía el contexto, pero no que había terminado todo tan mal al punto en que Rhaenyra tenía una larga herida en su antebrazo.

—Dioses. ¿Todos están bien?

—Una nariz rota es lo peor— respondió el maestre haciendo un nudo con el hilo tras haber logrado cocer la piel de Rhaenyra por completo.

—Gracias, maestre. Déjenos — asintió la platinada al hombre quien recogió las cosas que había utilizado para ir a la salida, Rhaenyra volteó a ver a sus hijos que estaban apoyados en la mesa y a su hija que estaba del otro lado de la sala—. Ustedes también. Ya encontraron suficientes problemas hoy.

—Sí, madre— asintió Jace acatando la orden.

Nevay se puso de pie con pesadez del sofá, se veía molesta, pero no puedo evitar acercarse a ver el brazo de su madre y sentir una horrible opresión en su pecho. No podía enojarse con ella por no dejarla ver a su abuelo, jamás lo haría.

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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•THE CHAOS OF LOVE • § • Aemond Targaryen •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora