Twenty

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Lisa

La anfitriona nos situó hacia una mesa en la parte trasera del edificio. Mi mamá estaba parloteando sin parar a Rosé mientras ella asentía ocasionalmente, pero lo que no hacía era mirarme o reconocerme en absoluto. La ira estaba comenzando a pasar de un ardor a una quemazón y tuve que contar hasta cien para no hacer algo de lo que me arrepentiría después. Cuando nos sentamos en la mesa terminé intercalada entre mi hermano y mi novia. No tuve oportunidad de preguntarle nada a Rosé porque en ese momento llegó la camarera y comenzó a tomar nuestra orden y en cuanto se fue, mi mamá volvió a acaparar su atención. 

Solo para probar cuán profundo estaba en las aguas, puse una mano en su muslo bajo la mesa y la sentí tensa a mi toque. Esperé que se moviera o me quitara la mano de un manotazo, pero ni siquiera detuvo el flujo de la conversación con mamá. Dejé a mi papá y a mi hermano arrastrarme a una conversación sobre los Broncos y mantuve un ojo en Rosé mientras ordenábamos la cena. Ella nunca movió mi mano, pero ni una vez miró hacia mi lado tampoco y simplemente no supe qué hacer con ello. 

Cuando terminamos de cenar y esperábamos el postre, mamá se levantó para ir al baño dando finalmente a Rosé una oportunidad de voltearse y mirarme. Cuando lo hizo, tenía la boca apretada y sus delgadas cejas estaban fruncidas sobre sus ojos. 

-Tenemos que hablar-

-Es un poco difícil de hacer cuando no respondes el teléfono cuando te llamo y te inventas pobres excusas noche tras noche para evitar pasar tiempo conmigo-

La vi estremecerse y se inclinó más cerca para que nuestras cabezas estuvieran inclinadas cerca la una de la otra. Siseó en un tono suficientemente bajo para que sólo yo pudiera escucharla. 

-Bueno discúlpame por no saber qué decirte considerando que la última vez que no hablamos por unos días le metiste tu lengua hasta la garganta a una cualquiera. No sé qué está pasando contigo, pero siento que te estás convirtiendo en una extraña y lo odio-

Le fruncí el ceño y apreté mis dedos en su pierna.

-¿Confías en mí en absoluto? Vaya Rosé ¿Quizás solo estaba tratando de ser una mejor novia, una que no enloquece por estúpida mierda todo el tiempo y una que no está en la cárcel mientras tu psicópata ex novio está todavía al acecho? Quizás estaba tratando de actuar bien por un cambio. Estaba tratando de ser la chica que mereces-

Ella dejó escapar un fuerte suspiro a través de sus dientes apretados y sus ojos se afilaron con una ira que me sorprendió ver quemar tan caliente como la mía. 

-Quizás deberías haber preguntado antes de decidir qué merezco, Lisa. Quizás me gusta la tú que enloquece por estúpida mierda. Quizás extraño a la tú que es lo suficiente apasionada por mí, por mi seguridad para arriesgarse a ir a la cárcel y estoy segura como el demonio que nunca te pedí que fueras una mejor novia, de hecho, la novia de la semana pasada no ha hecho nada sino ponerme triste y confundida-

No creo que ninguna de nosotras nos diéramos cuenta que habíamos levantado nuestras voces o que ahora teníamos audiencia. De hecho, llevó a mamá hacer un ruido como un animal herido mientras se tambaleaba al sentarse en su asiento, para llamar nuestra atención. 

-¿Qué acabas de decir?-

Rosé miró a mamá y luego a mí. Suspiró y respondió con voz calmada. 

-Lisa y yo nos hemos estado viendo hace varias semanas ya. Le dije que necesitaba de actuar como si fuese alguien más para ser una mejor novia-Ella se volvió para mirarme y pude verla tener una especie de guerra interna consigo misma-He estado enamorada de ella desde que tenía trece-

MARKED (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora