- Debemos resistir un poco más, lo lograremos- dice Xiao Zhan con seguridad aunque en el fondo estaba dudando
- Ya han traspasado las barreras, no podemos resistir más, solo esperaremos lo peor. Lo siento su majestad, le he fallado.- una lágrima sal...
Llevábamos 1 hora de cabalgata, pero ya habíamos cruzado la parte fronteriza entre Wei y Liang, en pocas palabras, ya había pisado tierra de mi lugar de origen.
Estábamos por llegar al pueblo fronterizo, así que nos permitimos el ir despacio.
El pequeño Peng se encontraba dormido sobre mis hombros, mientras se cubría con un abrigo que por suerte Zhou Cheng traía de repuesto.
Todo era tranquilo, parecía que dicho país no había sufrido nada y seguía siendo prospero, pero en la parte sur se encontraba totalmente destruido.
- Zhuo Cheng - Cheng solo hizo un pequeño sonido para hacerme entender que me escuchaba - ¿Qué tan destruido esta la capital? -
Podía sonar rara mi pregunta, pero sabia perfectamente que la capital estaba en la frontera junto a Rou Ran, entonces su estado no sería de las mejores al ser la principal sede en destruir - Zhan, he decidido instalarnos en un país central, ya que Jiangling esta totalmente destruido, pero sigue siendo nuestra, porque ahora se están ocupando los soldados para no dejarlo desolado y a la merced de aquellos barbaros -
Aquello me pareció razonable, así que asentí, pero una nueva duda se instalo en mi cabeza - Que buena decisión Cheng, entonces cual es la nueva capital? -
- Dongdu - dijo sin si quiera dudarlo, al escuchar el nombre empecé a recordar acerca del lugar.
El lugar geográficamente era perfecta, además que en ella se encontraba nuestra principal fuente de ingresos de plato, por lo cual era un lugar al cual tener más cuidado.
Lo ventajoso de dicho lugar era que sus minas estaban ocultas sobre las montañas que parecía solo haber monte desde los caminos principales, pero que solo era una mascara, pues en realidad, solos los mineros y el emperador conocían el camino para llegar.
La gente de igual forma tenia idea, pero no se interesaban mucho, pues tener la codicia de ir solo para beneficio propio era algo que no les interesaba, al contrario trataban de ocultar los lugares lo mejor posible, y valla que buen trabajo hacían.
Pasaron aproximadamente media hora, cuando las luces del ciudad fronteriza se presenciaron, como si fuera un aire diferente, sentí como mi corazón daba un gran salto de felicidad.
Con melancolía sonreí y seguí mi camino, anhelando llegar ya.
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Narra la autora.🐢
Al llegar a las fronteras un grupo de soldados lo recibieron con una reverencia de gran respeto y al unísono dijeron - ¡Bienvenido su majestad! -
Zhan se había olvidado por completo que él no era una persona común, si no más bien un emperador. Se sentía un completo un extraño, se bloqueo totalmente quedando por un momento en Shock. Con temor miro a su fiel compañero tratando de buscar una respuesta, pero al mirarlo, el ya estaba caballo abajo en la misma posición.
