capitulo 14

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Escucho mi despertador sonar de un salto me levanto de mi cama, abro la ducha mientras dejo mi ropa en la cama, me asegure de dejarla bien planchada para hoy, estoy en una oficina con los números asique tengo que estar presentable, mi uniforme de hoy consiste en una típica falta negra tuvo y una camisa de seda color champagne sin pantis y en los pies unos zapatos del color de la  falda cerrados altos.

Cuando salgo de mi relajante bajo, humecto mi cara y me maquillo, todavía estoy bien con la hora asique me tomo mi tiempo, necesitaba algo formal y tampoco sobre cargado, no quiero aparentar un payaso, asique me hago lo típico un delineado grueso en los ojos un poco de color en  mi mejillas y mis labios un rojo pasión. En este trayecto el pelo me creció un poco, pero no lo suficiente como para hacerme una coleta, asique solo lo peino para el costado y listo. Termino de cambiarme y voy directo a la planta baja a preparar mi desayuno.

Miro la hora y ya van hacer 8:45 asique tomo mi tapado negro y mi bolso, es mejor llegar temprano que tarde.

Voy hasta la parada de remis ya que está en la otra esquina y le paso la dirección, me tengo que poner en busca de un auto, tengo mi carnet pero no auto, tal vez mañana vea algunos.

Cuando llego al frente de mis ojos hay un gran edificio de unos 20 pisos. Su frente es con todo vidrios espejados dejándolo formal y delicado, largo un suspiro y salgo. Me quedo admirando mi trabajo por un momento y me armo coraje para entrar.

Al frente de mis ojos hay un gran escritorio grande, donde se encontraba una elegante chica debe tener más o menos mi edad no pasa de los 25.

-Hola, buenos días- Ella estaba tecleando algo en la computadora, pero lo deja de hacer y dirige su vista asía mi.

-Buenos días, en que la puedo ayudar- Se ve simpática al menos con la gente.

-Soy Sam Brook, y vengo por la entrevista que me hicieron hoy es mi primer día de trabajo- Ella me miro por un momento y agrando mas su sonrisa.

-Claro, dame un momento- Tecleo algo en el teléfono y dijo un par de palabras con alguien del otro lado de la línea- Ven sígueme.

Fuimos al ascensor y subimos hasta el piso 17 cuando se abren las puerta mis ojos se dispersan para todos lados, había modelos con pedazos de telas a su alrededor otras tomándoles medidas y algunas señoras cociendo, era típico de 101 dálmatas. No puedo creer que haya entrado a trabajar aquí, la verdad me siento orgullosa de mi.

En eso se nos acerca una señora de mediana edad y me saluda con una sonrisa.

-Hola samanta un gusto conocerte yo soy Maite soy la jefa de esta gran empresa y estamos encantado de tenerte aquí y que seas parte de esta familia- No podía creerlo, estaba hablando con la mismísima jefa y todavía no soltaba palabra, se que voy a hablar entre cortado asique decesito tomar postura y ser un poco seria.

-El gusto es mío sra Maite-

-Oh, solo dime Maite, ven te hare un pequeño recorrido- Pasamos al frente de las modelos con ropa a media- Este es el sector de costura, aquí sacamos las medidas y vemos como les queda, sacamos los defectos y arreglamos algunas partes. Subimos a unas escaleras y lleguemos a un cuarto más amplio con muchos escritorios y mucha gente formal- Este es la escribanía la parte económica donde mantenemos el control de las ventas- Pasamos por una puerta de madera y en frente mío se encontraba un comedor amplio con comida libre había todo tipo de comida desde el desayuno hasta la cena todo se encontraba en una mesa alargada ocupando la mitad del cuarto- Este es la sala de descanso los descanso aquí son de 15minutos puedes hacer lo que quieras en este horario siempre y cuando estés en tu descanso, hasta salir del edificio- A un costado estaban los baños. Maite me mostro todo el edificio que es demasiado grande y hermoso y llegamos al final del recorrido el lugar donde yo iba a trabajar- Y aquí vas a trabajar vos- Cuando salimos del salón de descanso me llevo atreves del pasillo volviendo donde se encontraban las modelos y en un costado había una habitación donde se encontraba mi oficina. Más adelante se encontraba un pequeño escritorio, no pregunte quien iba ahí, seguramente Maite me lo informara. Cuando la jefa  abre la puerta me quede boquiabierta con lo que veía.

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