Cinco amigas que al salir de la universidad se separaron, todas se casaron, algunas tuvieron hijos, otras se fueron a vivir a otro pais, cada una exitosa en su profesion. Sin embargo, una de ellas no estaba viviendo el sueño que ella esperaba al est...
Sono la alarma y Geraldine se despertó, esta ni se molesto a voltear ya que esta vez decidió no darle importancia si estaba o no su marido, así que se levantó y se metió al baño a ducharse.
Al salir de la bañera, se puso algo cómodo e hizo su rutina de cara matutina y después bajo a la cocina a prepararse un smoothie, cereal con leche y frutas para comenzar bien su día.
Cuando terminó, se fue a la lavar sus dientes y mientras lo hacía se fijaba en el atuendo que había escogido para el día pero en su mente se le estaba viniendo una mejor idea.
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Esta guardo de nuevo en su closet lo que había sacado para irse al trabajo, de inmediato tomo su teléfono, hizo algunas llamadas en varios locales y al terminar la última llamada tomó sus llaves y se fue.
Su primera parada fue el spa donde le hicieron unos masajes deliciosos y unas cuantas cosas más. Al terminar ahí, se fue a la pedicura y manicura, cuando termina ahí se dirigió a su salón preferido.
Una vez ahí, el peluquero que era amigo de ella le dijo que hace mucho no venia y el preguntó si estaba segura de lo que quería hacer. Geraldine se quedó callada un momento hasta que le dijo que empezará.
Unas horas después, Geraldine salió del salón y se fue a una tienda de un contacto de ella muy exclusivo. Al estar ahí ella compro lo que el le sugerio y dentro de eso añadió unos zapatos aun no a la venta.
A todo esto ya iban a ser las 12 del medio día pero esta al ser la jefa solo por esta vez decidió romper su propio horario, regreso a su casa y se puso lo que compro y se vio al espejo con su nuevo look del día.
《Bueno...yo desde anoche me dije de verdad que hoy iba a ser un día diferente, yo misma me dije que quería cambiar y ya enfocarme en lo mío. El que me plancharan el pelo no es lo mío pero esta vez es caso especial así como la ropa y los zapatos.》pensó ella
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Geraldine se volvió al ver al espejo reconociendo que de verdad no parecía la misma de ayer, esa realización le basto a ella y con la misma se sonrio a sí misma y tomó su cartera y llaves.
Al llegar al trabajo ella se quedó un momento dentro de su auto ya que la duda quiso atacarla al recordarle que ella era la CEO y de paso ya una señora casada y que no podía presentarse así.
