𝙏𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙞𝙣𝙜 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩

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Todo había cambiado desde aquel momento, la vida de Sasha había dado una vuelta de 360° grados, desde que conoció a la azabache se sentía bien consigo misma, (descartando el principio de su relación). Talvez, se arrepentía de todo lo que le había dicho a Macy. De todo el odio que sentía hacia ella, había desaparecido de un momento a otro.

Daba risa saber que Sasha podría estar enamorada, nunca se imagino ver a la alemana tan contenta por una persona, se imaginaba quedar sola en resto de su vida por su mal carácter y vulgaridad al hablar... Pero ahora tenía una razón para seguir de pie, una razón para soportar a quien se le pusiera enfrente.

Esa era Marcy Wu, una chica boba aunque con una sonrisa hermosa, era demaciado torpe, su torpeza hipnotizó al rubia sin que se diera cuenta.

La pregunta aquí es, ¿Desde cuándo Sasha se enamoro de Marcy? Una pregunta muy simple, no podía ocultar su secreto para toda la vida. Pero su corazón latía al verla feliz y contenta.

Sasha Waybright estaba enamorada de Marcy desde el primer día, desde el momento dónde entro a esa Preparatoria, sus orbes azules se fijaron en la asiática.

Nunca pensó en eso, pero desde aquel primer día de clases, no pudo dormir pensado en su sexualidad, la chica rondaba en su mente sin dejarla dormir. Lo oculto por un buen rato molestandóla y haciéndola sentir de lo peor, pero solo era una mascarilla para ocultar sus sentimientos.

¡No era su culpa se Bisexual! Nadie decide sentirse atraído hacia su mismo género, solo lo descubren al momento de ver a aquella persona que hacia sus días hermosos y preciosos.

La chica caminaba escuchando atentamente las indicaciones de la castaña, ambas con sus dos mochilas en las espaldas. Anne iba con toda la actitud del mundo, pensaba en la boda de ambas chicas, sería divertido verlas reír juntas debajo de la lluvia.

-¡Y, al final tu te poner de rodillas, sacas el anillo que yo conseguiré y se lo darás! Así, solo podrás conseguir su amor, ¡Y estarán unidas para toda la vida!— iba saltando emocionada, esperaba ver esa escena con toda su alma.

-Boonchuy, tu idea es algo cursi, hasta da pena ajena... Pero con tal de hacer feliz a Marcy, lo haré— dijo la rubia aún caminado, a la tailandesa le brillaban los ojos.

-¡Si, si si si!¡SASHARCY CANON!

La rubia le tapo su boca, había gritado demaciado fuerte.

-¡Anne, cállate de una vez! Marcy pudo habernos oído

-¿Haber oído que?