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Marcy suspiro, las clases no fueron del todo agradables para su gusto, todo le resultó aburrido una vez avanzando. Pues estos últimos 2 días empezó a tomar clases online para poder avanzar más rápido que los demás, lo cual le podía fastidiar un poco...

Los trabajos eran algo pesados, entonces restaba 3 horas de su tiempo para poder resolver los problemas que tenía en su libreta.

Además los trabajos pendientes de la Academia, fácilmente podría quedar sin la mitad del día para poder descansar. Ahora solo restaba terminar las tareas de las clases online como las clases presenciales.

Tardaría mucho, intentaría tardar por lo menos 2 o 1 hora, lo cual le resultaría difícil. Pues los trabajos no eran fáciles...

Para empezar:
Tenía una que hacer un collage de biología; Seguido de componer un poema para el profesor de español, era un trabajo individual para cada estudiante; Una exposición de historia, sobre el final del la II Guerra mundial; Y terminaría con 20 problemas de matemáticas.

Y más los problemas de matemáticas de la clase online...

No seria un trabajo fácil, y era obvio. Así que tendría este fin de semana para completarlo todo.

Tampoco fue su decisión entrar a clases de reforzamiento de Matemáticas, su madre mantenía la idea poder superar sus calificaciones como nunca y ser la mejor de la Academia.

Okey, Marcy es la mejor de su clase, ¿Pero ser la mejor de la Academia? Ella estaba feliz cada día que conocía nuevas cosas, pero ya no podía disfrutarlo por pasar tiempo estudiando.

Su cabecita estaba baja, miraba al suelo sin prestar atención a su alrededor. Su mente la mantenía atrofiada pensando en como acomodar su horario.

Caminaba por la acera, el viento era fuerte dándole un gran escalofrío cada que daba otro paso.

Se abrazo a si misma esperando poder tapar su cuerpo, su sudadera gris no era suficiente para cubrirse por completo.

Una chica la tomo del hombro, Marcy se erizo para luego dar vuelta repentinamente.

-¿Marce?

-¿Sash?

-¡Marcy!— la rubia la envolvió en sus brazos, dándole calor y talvez un lesbian panic, su corazoncito latía al sentir a la rubia.

Marcy empezó a reír, Sasha la abrazaba con tanta fuerza que perdería un órgano. Sin que se dirá cuenta Sasha empezó a darle besitos en la mejilla.

-¿¡S-Sasha!?— sus mejillas estaban rojizas, ahora no podía controlarse a sí misma empujando a Sasha alejándola de ella.

La rubia quedó atontada al recibir el empujón de la azabache, ¿Hizo algo malo? Las preguntas empezaban a recorrer su mente.

-Y-yo... ¡Yo n-necesito irme!— la azabache se dió vuelta para empezar a correr lejos de aquel lugar, antes de hacerlo la rubia la tomo de su muñeca evitando que diera el mínimo paso.

-Marcy espera...— respiraba agitada, ahora temía perder a la chica de ojos verdosos y nunca más verla.

-¡T-te esperaré si me dejas de t-tomar la mano!— no podía articular una palabra sin tan siquiera tartamudear.

La mirada azulada de la rubia viajo hacia su mano, evitaba que Marcy diera otro paso más y escapara de la escena. Pero si quería hablar con ella, debía aceptar sus condiciones.

Sasha soltó la mano de la azabache, dejándola respirar de nuevo.

-¿Q-que querías decirme, Sash?— se llevo la mano al pecho, su corazón latía rápidamente que no podía controlarlo.

-Quería hablar contigo sobre lo del otro día... Y te vuelvo a pedir disculpas, porque en verdad lo lamento...— bajo la cabeza, su flequillo bajaba por su rostro. . .— ahora solo dame otra oportunidad, ¡Prometo cambiar! Y ser la mejor versión para tí... Porque aún mantengo a la Sasha que pierde el control, y no quiero que tú presencia en ese estado... No sé que soy capaz de hacerte, pero me arrepentiría una y mil veces. . .

La azabache respiro profundamente, se dió vuelta encontrando a una rubia arrepentida de sus acciones con la cabeza baja.

-Yo... Solo quiero lo mejor para tí, Marcy...— observo como la rubia jugaba con su puño cerrado, parecía dar un puñetazo en cualquier momento —pero es claro que mi presencia no es lo mejor... Y solamente estorbo. . .

Marcy dió unos pocos pasos más, se acercó a la rubia decepcionada de si misma.

La tomo de la mejilla, su mano recorría la piel suave de la rubia con cariño, Sasha subió su mirada a la azabache.

Se acercó un poco más, sus manos temblaban al tocar la ropa de la azabache, sus manos comenzaron a tomarla de la cintura para acercarla más.

Solo eran ellas dos en ese mundo, y nadie más estaba.

De pronto, Sasha la tenía sostenida de la cintura y la azabache cruzaba sus manos en su cuello, era algo baja lo cual la obligó a ponerse de puntitas.

Sus respiraciones eran lentas y coordinadas, parecían una bella pareja. . .

-Esta bien, Sashy...— la azabache acariciaba la mejilla de la rubia, su piel era suave...—yo te perdonaría una y mil veces, las que sean necesarias para poder estar juntas... Y ser felices. . .

Sasha la observaba cada vez más enamorada de la azabache, era como un ángel caído que debía ser cuidado con vida y alma.

-No sabes, cuánto te amo...— la rubia podía sonrojarse, y es lo que estaba sucediendo, una rubia de tez blanca estaba con un color carmesí en sus mejillas.

Se acercó un poco más.

Marcy la tomo de las mejillas y la jalo hacia elle, le dió un beso en su frente y luego en su mejilla.

Ahora la rubia tenía una ligera marca de labial en su frente y mejilla, mantenían una forma de los labios de Marcy.

La azabache la observaba con vergüenza, era la primera vez que daba un beso en la piel de la rubia.

-Yo... D-debo irme, Sasha. . .— la azabache estaba sonrojada, y evitaba el contacto visual con la Alemana.

-Antes de irte... Déjame ver esa carita linda— rio un poco.

-¡Sash!— murmuró, la vergüenza era tanta y sentía esas "mariposas" en su estómago, le dió un suave golpe en su hombro para luego ganarse una risa de la más alta —eres tan linda que duele verte, algún día me voy a quedar sin ojos...

Sasha paro para robarle un beso en su mejilla, Marcy chillo en sentir los labios de la Alemana en su piel.

Se oculto en su pecho, su sonrojo era demasiado. . . Bueno, tomar-cy.

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𝙏𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙞𝙣𝙜 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora