10.-Centinela

44 7 0
                                    

Aclaraciones:
•AuFantasy
•Continuación del Día 4: "Mazmorra"

Título:
•》Familia

Izuku subió por el camino que llevaba a la cima de la pequeña "torre" que servía para vigilar los alrededores, aunque en realidad se trataba más bien de una cornisa de la montaña que era lo suficientemente alta para que quienes estuvieran ahí pudi...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Izuku subió por el camino que llevaba a la cima de la pequeña "torre" que servía para vigilar los alrededores, aunque en realidad se trataba más bien de una cornisa de la montaña que era lo suficientemente alta para que quienes estuvieran ahí pudieran observar la aldea y más allá sin que los árboles les obstruyeran la vista.

Solo sus pasos se escuchaban por la cueva que tenía que pasar antes de llegar a la cornisa. A pesar de ser de noche podía ver claramente la zona, luego de haber caminado por ahí durante todo ese tiempo desde que llegó a esas tierras no se asustaba por las sombras que se hacían en las paredes o los demás ruidos que llegaban a sus oídos.

Pronto alcanzó a vislumbrar la luz de la luna que venía del lugar hacia donde caminaba, primero de a poco coloreando la roca de las piedras de tonalidades claras hasta volverse de un gris brillante mientras más se acercaba. Se detuvo junto a la otra figura antes de tomar asiento a lado de él, sin pronunciar nada los primeros minutos.

—Pensé que Mitsuki-san te había dicho que descansaras Kacchan —dijo mirándolo de soslayo, sus ojos enfocados en el horizonte sabiendo que en esa dirección se encontraba el castillo de Drum. Un lugar del que sólo podía recordar como bueno los momentos con su madre y su hermana, de ahí en fuera no había nada más.

—¿Para qué? —respondió también sin verlo—. Alguien tiene que vigilar.

—Era mi turno, no tenías nada por preocuparte.

Katsuki se quedó en silencio y luego alzó su mirada para verlo a él, permitiendole a Izuku observar cómo la luz natural pintaba su perfil y resaltaba sus rasgos, especialmente sus orbes rojizos. Estaba tranquilo, sin nada que le molestara o preocupara.

—¿Te molesta que esté aquí?

—Claro que no, eso nunca —Izuku negó de inmediato para quitarle esas ideas, jamás le molestaria su compañía—. Solo que preferiría que estuvieras descansando luego de todo lo que paso.

Izuku bajó su mirada, a donde anteriormente estaba la atención de su esposo. A Mahoro que dormía recargando su cabeza en el hombro de Kacchan mientras era abrazada por su padre y a Katsuma, a quien Katsuki había acomodado en sus piernas para que pudiera descansar su cabeza en su pecho.

—Bueno, que ustedes estuvieran descansando bien.

Kacchan los miró a ambos, a sus pequeños hijos que había extrañado tanto.

—No querían irse —murmuró—, por eso los dejé quedarse.

Katsuma se removió un poco y Izuku se acercó para acariciar su cabello y susurrarle que estaban con él. El niño había estado frunciendo su ceño, como si estuviera teniendo un mal sueño. Solo cuando su semblante se relajó de nuevo fue cuando volvió a tomar distancia, no sin antes dejarle un beso en su frente.

—Extrañe esto, a ustedes —Katsuki susurró—. Puede que no tenga sentido pero lo peor de haber estado en esa celda es que no sabía nada de ustedes ¿Estaban bien? ¿Estaban heridos? ¿Habían logrado huir? ¿Les di el tiempo suficiente?

Izuku se acercó a su lado y lo dejó recargarse en él, lo escuchó soltar un suspiro.

—Pero ya estás aquí, estamos nosotros juntos y estamos bien.

—Duerme, ¿sí? —le dijo Izuku luego de unos minutos—. Yo los cuido, solo descansa.

—Solo un rato, luego seguiré vigilando.

—Está bien.

Ayudó a Katsuki a mover a los niños a la manta extendida en el suelo que Izuku había colocado desde que llegó. Kacchan se acomodó con ellos pero se mantuvo despierto platicando con él mientras Izuku vigilaba y se volteaba de vez en cuando para mirarlo.

En los lapsos de tiempo en los que sus ojos observaban el bosque que se extendía desde el termino de la montaña su mente vagaba y se ponía a pensar de más.

Los días en los que Katsuki estuvo encerrado fueron de lo peor, él no había logrado dormir del todo y se la pasaba en ese mismo lugar sirviendo como centinela la mayoría del tiempo con sus hijos. Katsuma se había vuelto silencioso y Mahoro no quería comer y se irritaba con facilidad, a veces se despertaban en medio de la noche llorando buscando a Katsuki y no paraban hasta que se agotaban. Izuku no podía hacer nada, Mitsuki ni Masaru le permitían dejar la aldea y no podía enojarse con ellos, algunas tropas de Drum querían pasarse de listos entrando al bosque y era el deber de ellos defender ese lugar.

Pero ahora, que volvió a estar a su lado y podía observar a su familia descansar en paz, Izuku podía permitirse tranquilizarse; lo que más le importaba en ese mundo estaba a salvo, con él y no podía pedir más.

Izuku supo que era el único despierto cuando su esposo dejó de responderle en su conversación donde él le explicaba algunas cosas que habían pasado en su ausencia. Se giró para verlo, solo para encontrarlo abrazando a sus hijos y le fue imposible no sonreír ante la imagen.

Si le hubieran preguntado antes cuando vivía en el castillo cómo sería en el futuro jamás le hubiera pasado por la cabeza que se enamoraría de un chico que vivía en la aldea del bosque que siempre le habían advertido no acercarse y que luego llegarían dos niños que alegrarían la vida de ambos. No pensaría en que encontraría a personas que amaría tanto como a su hermana y su fallecida madre.

Y por eso y más, era demasiado afortunado por tenerlos.

Izuku le sonrió a su dormida familia.

—Buenas noches, Kacchan.

¡Décimo día, yeiii!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Décimo día, yeiii!

No se me ocurría qué escribir en este día y lo único que llegué a pensar fue una continuación de otro día, terminó siendo más corto de lo normal pero algo es algo(?

¡Gracias por leer!

Only you and me || BNHATOBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora