Capítulo 42

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Kyungsoo  fue arrastrado por los pisos de mármol del palacete con Ömer y JongDae a cada hombro suyo. Sus ojos viraron una y otra vez por las paredes suntuosas, curiosos del por qué no conocía esta parte de la casa.

Una vez, en sus escapes a las cocinar para evitar las lecciones de sus banyalar en los primeros días que llegó a una de las trabajadoras de la cocina — y por descuido de ella — se le escapó decir que había habitaciones y pasillos ocultos en todas las propiedades de los Kim. construidos con dobles intenciones ante cualquier circunstancia o ataque. Kyungsoo no tuvo oportunidad de descubrir y alimentar su avivado deseo de encontrar los pasadizos para escapar por la continua y estrecha vigilancia que tenía JongIn sobre él en esos días.

Ahora veía que no eran mitos infundados por el chisme y que la situación era tan alarmante para usar una de esas habitaciones.

Adentrándose más ahí, el volumen de unas voces fuertes y pesadas fue aumentando exponencialmente. Kyungsoo pudo sentir las feromonas de JongIn dominando el lugar siempre resaltando entre las demás.

Sus manos empezaron a sudar, el peso es su cabeza se sentía más insoportable y su ansiedad aumentó. No sería fácil librarse de esta reunión.

Bir omega toplantilarımıza katılamaz [Un omega no puede estar en nuestras reuniones]— exclama una alfa mayor haciendo eco en la habitación con los susurros en acuerdo con ella. El espacio era insonorizado, pero no pequeño, teniendo también las muestras de los patrones bizantinos como en cada habitación de la mansión. JongIn estaba sentado en la punta de la mesa de roble, su madre en el otro extremo, con los miembros del Öğüt rodeándola en los otros asientos.

Kim söylüyor? [¿Lo dice quien?] — responde JongIn imperturbable ante el tono grosero.

Geleneklerimiz [Nuestras tradiciones]

Bu değişti [Eso cambió] — responde el gama.

Kim söylyor? [¿Lo dice quién?] — ataca de nuevo la mujer.

Ben [Yo]

Las postura de JongIn se agranda, haciendo que las figuras cubiertas de turbas negras retrocedan. Seulgi observa el intercambio silenciosa, que para irritación de JongIn, se estaba tornando más problemático con cada segundo.

No habían dado razones o explicaciones, solo quejas.

—Es óptimo la creación de un harem, suficiente tuvimos con la muerte de tu padre y nuestros lazos rotos con los Yilmaz —habla esta vez otro de los miembros, un hombre igual de viejo que los demás, con muchas palabras en su boca, pero poca razón en la cabeza.

—Y también sería óptimo que conozcan su lugar, llamar a un harem sin mi permiso, más aún con omegas de otras mafias, es una falta enorme de respeto para mí y mi mate —brama JongIn. Los movimientos de los otros alfas se volvieron más nerviosos y su postura orgullosa retrocedió nuevamente.

—Tu omega ha aceptado el harem.

Otra vez esas palabras de parte de su madre, era la segunda vez que lo recalcaba. La primera vez fue suficiente para exigir la presencia de Kyungsoo, pero que suficiente para exigir la presencia de Kyungsoo, pero que Seulgi lo aseverará dos veces realmente ponía en duda a JongIn. A sus ojos, un omega necio y seguro con sus palabras y promesas no podía aceptar algo como eso más aún cuando fue una de las condiciones que reclamó Kyungsoo en su trato.

—Está aquí —murmuraron las personas entre sí cuando el olor dulzón del omega se empezó a sentir en el aire, haciendo un ligero contraste con el de JongIn. Seulgi se alzó en su asiento, poniendo ojos serios sobre el gama.

 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐫𝐨𝐣𝐚 ᵏᵃⁱˢᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora