Cuento de Halloween - Baku ♥ Deku

Cap 4 _ Esa noche de brujas

Todo pasó hace muchos años, Katsuki tenía poco tiempo de haber descubierto su quirk, pero ya se sentía el rey del mundo con lo poco que podía hacer.

Fue una noche de brujas, Bakugo había salido a pedir dulces con sus amigos, y para este entonces ya se había dejado de hablar con Deku, aunque bueno, su madre siempre lo obligaba a acompañarlo a pedir dulces.

Aprovechó un momento de descuido para hacerle una broma al pobre niño pecoso, se metió a un pequeño bosque que había cerca del parque donde todos los jóvenes se reunían. Katsuki corrió a la oscuridad perdiéndosele de vista a Deku.

- K-Kacchan? E-esperame! A dónde vas? –

Bakugo corrió y corrió, hasta lograr encontrar un oscuro lugar detrás de un arbusto para poder esconderse y espantar a su amigo. Pero parecía que alguien más ya tenía ese plan.

- Ja...ja..ja... ¿Qué tenemos aquí? –

De las sombras se asomó la figura de un lobo, era enorme, con garras afiladas y andando en dos patas. 

El joven Katsuki se asustó, pero en vez de gritar sacó chispas de sus manos, queriendo mostrar valentía para ocultar su miedo.

- V-Vete! Tú y tu tonto disfraz no me dan miedo! –

- Oooh, de veras? Pero esto no es un disfraz, digamos que es un muy peculiar quirk, lo uso siempre en noche de brujas, no es genial? Y por lo visto tú también tienes uno, lo usas para asustar a la gente igual que yo? –

- N-No! Yo voy a ser un héroe! –

- Ja, si como no, y por eso te escondiste entre los arbustos? Para asustar a tu amiguito? Eso no es muy heroico de tu parte. –

- Callate! O-o-o te haré explotar! –

- Pero si tú y yo somos amigos! Y como somos amigos te contaré un secreto. ¿Sabes qué es lo mejor de tener un quirk licántropo? –

- N-no..? –

- Que se lo puedes compartir a quien tú quieras! –

Aquel extraño atacó de pronto al niño, le dejó un rasguño en el brazo donde luego dejó caer algo de su asquerosa saliva.

El pequeño Bakugo se quejó por el ardor y de inmediato salió corriendo de donde estaba, dejando al raro lobo riéndose a carcajadas.

Aquel tipo resultó ser nada más ni nada menos que un tonto adolescente con un extraño quirk. Le gustaba hacer bromas de ese estilo, normalmente enmendaba todo antes de meterse en problemas, sin embargo, ese día decidió no deshacer su travesura, dejando a un pobre chico infectado de su peculiar quirk. 

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