Siempre te encontraré

Capitulo 1

_¿Te puedes fijar por dónde caminas?

_ooh.... Lo siento.

Era la quinta persona que chocaba tras caminar por la enorme universidad, así que mis nervios no ayudaban en nada y tenía que admitir que las personas no estaban siendo amables.

Bueno, ¿Quién sería amable a las 7am?.

Cuidado que viene la sexta

¡Sexta persona esquivada con éxito!

Sentí un choque nuevamente y apuntes volar por todo el pasillo.

¿Esquivada con éxito?

Me apure para ayudar a la chica a recoger todo lo más rápido posible, antes que las personas pisen sus pobres apuntes.

_¡Lo-o... Lo lamentó!— ¿Dios cual fue el mal que hice, para pasar tanta vergüenza?

Y en tan pocos minutos.

_¿Nueva verdad?— la chica me miró, tras levantarse con el último apunte que faltaba.

_¿Se puede notar tan fácilmente?— viéndola bien no parecía molesta, me miraba con amabilidad para ser las 7am.

Ella río y extendió su mano para ayudarme a levantarme del suelo.

_Lo supuse, ¿En cual carrera estás?.

_Leyes si es que no logro abandonar— lo dije con un poco de pena ya que era mí 4ta carrera probando y aún no lograba que nada me gustará— ¿Y tu en qué carrera estas?.

_Ooh leyes es una linda carrera, yo estoy en ingeniería—la chica hizo una pausa tras mirar su reloj— me gustaría seguir hablando pero mí próxima clase empieza en unos 15 minutos.

_¡Esta bien, suerte mí nombré es Nerea!— ¡malditos nervios! ¡Porque dije eso!.

La chica antes de darse la vuelta me volvió a mirar con una sonrisa cálida.

_Mi nombre es Lena, ¡Espero volver a verte!.

Y así como la vi, se fue corriendo como si los profesores en la universidad llegarán temprano.

Con eso último me di cuenta que yo también tenía que llegar a clases, antes de que una persona anciana me asesinara.

Era el momento de encontrar el centro estudiantil o buscar un lugar para mí velorio.

Voto por el centro estudiantil.
Y yo por el velorio.

Cruzando miles de pasillos, con personas que estaban apuradas por llegar a sus clases, pude encontrar el maldito centro de estudiantes.

Entrando al lugar pude observar a un chico con altura promedio, con una sonrisa de oreja a oreja, pelo castaño y ondulado, ojos color miel con pecas al rededor de su nariz.

Parece que alguien está muy animado hoy.

El chico levanto su cabeza y ni bien me vio empezó con su presentacion.

_¡Hola mí nombre es Henry! ¿En qué puedo ayudarte?— inclino la cabeza hacia un costado y sonrió— oh veo que eres nueva.

_¿¡Enserio se nota tanto!?

_Los nervios querida, los nervios, es lo que te delata —se río al ver mí cara de vergüenza o de espanto— ¿Disculpa me dijiste tu nombre?

Ahora que lo piden, no lo dices.

_Me llamo Nerea Miller ¿Me podrías ayudar a encontrar el salón de Historia del pensamiento político y jurídico? — quise blanquear los ojos por el nombre tan largo pero lo aguante.