Capitulo 11

32 6 4
                                    

Feliz año nuevo atrasado! Cómo me desaparecí por algunas semanas, les traje un capitulo hiper mega largo!!!!!.
Andaba con dolores de cabeza pero ya estoy ready para "seguir" chikisbeibis, así que no asesinen a esta pobre chica :'D.






Eros.

_¡Liam, duende maldito, este es el quinto documento que rompes en el día!.

Me ignoró.

_¡Estás castigado!

Se encogió de hombros para seguir ignorándome.

_¿Que hice, para que estés tan enojado?—contuve la irritación.

Volvió a ignorarme.

Solo es un niño recuerda, es tu lindo hermano menor recuerda, es travieso recuerda, a veces suele ser...

_¡Liam, te lastimaras si tomas esa mancuerna!—me acerque para quitársela y llevarme una pequeña patada de mí dulce hermano que salió corriendo a su habitación.

Mientras limpiaba el desastre que había provocado rompiendo una gran cantidad de papeles, desordenando los juguetes por toda la sala de estar y limpiando las paredes que había dibujado con crayones, lo vi acercándose sospechosamente con algo detrás de sus pequeñas manos.

_¿Que tienes en la espalda?—dije con desconfianza.

Liam saco un dibujo que había hecho de ambos tomados de la mano en un supuesto paisaje o eso parecía.

_Somos tu y yo—levanto su dibujo a una distancia para luego romperlo.

Eso sí que me dolió.

_¿Eso significa que ya no somos hermanos?.

_ Exacto—dijo al contener sus lágrimas.

_Mejor—me encogí de hombros para seguir limpiando la pared.

_Ya no te quiedo edos—dijo sollozando.

_Yo menos— seguí limpiando.

_¿No me quiedes?—su voz temblaba.

No seas tan duro.

_No, ahora buscaré un mejor hermano que pueda pronunciar bien la "R"— me burle.

Y en cuestión de segundos rompió en llantos corriendo a su habitación.

_Eso te pasa por romper nuestro dibujo —murmure.

Aunque pensándolo bien, Liam es un bebé y el desastre que estaba haciendo era por algún motivo, me levanté exhausto y me dirigí a su habitación en donde se encontraba tapado con su manta de los pitufos y llorando contra su almohada.

Me senté en su cama fallando con el intento de sacarle su manta.

_¡Vete!.

_No quiero.

_¡No edes mí hedmano!—lloro— ¡Vete!.

Suspiré para mantener la calma de seguir molestándolo y me acosté a su lado, mientras acariciaba su cabello para que se tranquilizara.

_¿Porque estás enojado?.

Omitiendo lo de hace un momento sería bueno.

_Podque no me quieles — dijo mientras se daba la vuelta para observarme con esos ojos llenos de tristeza.

_Es verdad no te quiero—Liam mordió sus labios con rabia para no llorar— quererte sería poco Liam, yo te amo.

Y como por arte de la magia divina del amor entre la hermandad, mí duende terrorífico se lanzó para abrazarme.

Siempre te encontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora