Capítulo 51

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BRITHANY.

Escuche que el auto de Liam alejarse cuando quede enfrente de mi casa.

Mire mi celular y me empecé a preocupar cuando mire más de quince llamadas perdidas de mi papá. Me sentí nerviosa, no soy buena mintiendo y ahora mismo sentí el impulso de no entrar a casa, pero tenía que hacerlo.

Suspiré tomando la valentía y empecé a buscar las llaves para abrir la puerta.

Las luces de la sala estaban encendidas, pero una pizca de preocupación me recorrió el cuerpo dándome un escalofrío de pies a cabeza.

Avance unos pasos más y me paralice, lo hice cuando mire a mi papá. Él levanto su mirada hacia mí, sus ojos verdosos me observaron con molestia, fue cuando dejo de hacer lo que hacía en su laptop para ponerse de pie.

—Tarde. —dijo —Llegaste muy tarde.

—Lo sé, perdón.

—Ya fue suficiente que me estés repitiendo tu perdón cuando no obedeces.

—Perdón, no pensé que...

—No me mientas, Brithany.

—No estoy mintiendo.

—¿No pudiste contestar ni una llamada?

—Estaba ocupada, perdón.

—¿Ocupada haciendo el qué?

—Dije que ayudaría a los del club de teatro.

—Deja de mentir.

—No estoy mintiendo.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó, molesto —Te he educado bien, jamás me habías desobedecido, tampoco decías mentiras, eras tan obediente. Y ahora, ahora has cambiado tanto.

—No me digas eso, papá, porque trato de ser una buena hija.

—Lo eres, me das buenas calificaciones, vas a tus respectivas clases, tienes buenas notas en tus exámenes, pero ¿Qué pasa cuando te hablo de tu vida personal? Has cambiado.

—Perdón.

—Ya basta de pedir perdón.

—Es que no sé qué he hecho mal.

—Brithany...

—Ahora como veo que me describes, soy una mala hija, perdón si te falle, pero tengo que decirte que me siento sola, ahora ni siquiera estás pendiente de mí, siempre he tenido un miedo y es quedarme sin ti.

—Brithany.

—Papá, eres lo único que tengo y me siento mal porque dices que estoy siendo desobediente.

—No me hagas sentir culpable.

—No lo estoy haciendo, simplemente estoy diciendo como me siento. Me duele saber que ya no estas para mí —confesé.

—Siempre he estaré para ti, eres mi hija y estoy orgulloso de ti.

—No, no lo estas, porque te tengo decepcionado. Estas muy decepcionado de mí, puedo notarlo, pero tú no te das cuenta de la falta que me hace tener tu atención, ya no eres como antes, ya no me preguntas si he comido bien, si tomé agua, si he tenido mi periodo correctamente, nada, ya no sabes nada de mí.

—No estoy decepcionado —dijo —Y ya sé dónde quieres llegar. —asintió.

—Pues si es así, déjame decirte que seré muy malcriada porque necesito decir muchas cosas.

—¿Quién te vino a dejar? —preguntó —Y no mientas que fue un taxi porque no lo fue.

—Nadie.

—Que te cuesta decir quien fue, tienes esa manía de mentir.

—Es que sé que sabes quien fue, y ya no puedo mentir con algo que grita verdad.

—Te he dicho que no me gusta ese chico para ti —se acercó nuevamente a su laptop, hizo algo y la apago cerrando la tapa. —Te lo dicho.

—Perdón.

—Deja de pedir perdón.

—Es que no sé qué decir.

—Algo diferente.

—Estoy cansada que me sigas tratando como una niña. —lance sin pensarlo.

—Te estas comprando como una ahora mismo ¿Qué quieres que haga?

—Que seas como antes. Antes solo eras mi papá, ahora eres esposo, estás tan pendiente de ella que me olvidas, ya no sabes nada de mí.

—No es así.

—Si lo es, no te diste cuenta de que al inicio me cambiaron de aula, tuve problemas con los profesores, me sacaron de clases, pasé una de las peores experiencias cuando fui a una fiesta donde una chica me drogo...

Me quedé callada cuando recordé que le dije todo eso a mi papá.

Y ahora mismo él quedó callado viéndome. Quise llorar tanto que lo único que hice fue bajar la cabeza y tragarme mis lágrimas porque no tenía otra opción.

—¿Qué dijiste? —papá se escuchaba diferente.

Sentí mis ojos cristalizarse, pero no tuve el valor de levantar mi cabeza para ver a mi papá.

—¿Qué fue lo dijiste? —se escuchó molesto —¿Estás hablando en serio? ¿Por qué no me dijiste? ¿Hace cuando fue?

No respondí.

—¿Hace cuanto fue? —dijo con una voz más fuerte.

Mi bello tormento [completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora