I.

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Charles Xavier suspiró de nuevo.

Los recuerdos se agolpaban fuertes, puntiagudos, y dolorosos sobre su mente, incluso si había pasado tanto tiempo. La guerra entre el gobierno junto a los Centinelas contra los mutantes lo agotaba. El dolor, la ira, la desesperación y el terror de los demás mutantes era algo que sentía día a día desde hace varios años. Trataba inútilmente de cerrar el paso a todo ello, pero no podía. Él creía que se merecía sentirlo, se merecía todas aquellas emociones negativas, porque al final Erik tuvo razón.

"No te estoy abandonando Charles. Tú nos estás abandonando a todos nosotros"

–Erik y yo estuvimos juntos, como pareja por unos meses, mientras reclutamos y enseñamos a los mutantes para poder vencer a Sebastian. Nos entendimos, nos acercamos y finalmente nos enamoramos. Yo... Realmente creía que sólo era algo pasajero, después de todo éramos demasiado jóvenes.

Logan escuchaba con atención al Profesor. Si bien Charles prefería no hablar mucho sobre Magneto, aunque todos sabían que hubo algo romántico de por medio, el profesor sabía que debía hablar y entregar información para que Logan pudiera salvarlos en el pasado y evitar la creación definitiva de los Centinelas. Ya no había escapatoria esta vez.

-Él siempre odió a los humanos, mucho más de lo que odio a Sebastian, me atrevo a decir. Lo comprendía, porque fueron ellos quienes los torturaron a su madre y a él por meses enteros-mientras hablaba, Charles recordaba cuando se había metido a los recuerdos más profundos de Erik, vagando por aquellos que atormentaban al hombre aún muchos años después. Dolor, tormento y miedo fue lo que pudo sentir y se le había formado un nudo en la garganta, que se tragó para poder seguir-. A pesar de todo, en su corazón había más que emociones negativas. Había amor, compasión y esperanza. Amor que compartió conmigo. Compasión que compartió con nuestros estudiantes. Esperanza porque el futuro fuera mejor para los mutantes. Pero ese futuro lo quería por las malas, a punta de batallas y sangre, porque al final, era lo que conocía, como pensaba que se conseguían las cosas. Quería que los mutantes fueran la raza dominante y predominante. Yo por otro lado, no deseaba nada de eso; yo quería un futuro donde dejáramos de escondernos, donde pudiésemos convivir en armonía, en paz. Pero Erik había vivido cosas que yo jamás. Incluso si veía sus memorias y podía sentir empatía, no lo viví ni lo sufrí. Los problemas entre nosotros comenzaron cuando pensamos en el siguiente paso una vez que Shaw pudiera ser detenido y era muy obvio lo que él quería. Yo le expresé mi deseo de abrir oficialmente una escuela para mutantes y tenerlo a mi lado, porque habíamos hecho un excelente equipo. Pude haber leído su mente para saber la respuesta que me daría, pero decidí darle su privacidad. Tuve una pequeña esperanza de que dijera que sí, pero una vez que nuestro enemigo fue derrotado, Erik me dejó...

"Puedes seguir en tu cuento de hadas y fingir que podemos convivir como si fuéramos iguales, Charles. Pero el tiempo me dará a mi la razón. Los homo sapiens no sólo nos temen, nos envidian. Y nos aniquilarán por el simple hecho de que nosotros tenemos poderes y ellos nada"

–Traté inútilmente de convencerlo de no irse, le ofrecí un futuro tranquilo conmigo y con la escuela. Le ofrecí demasiadas cosas y una a una las rechazó.

"Iré a la guerra con los humanos. Contigo o sin ti. Preferiría que fuese contigo. Siempre preferiré hacer lo que sea mientras te tenga a mi lado, Charles. Pero tu optimismo me rebasa. El día que ellos empiecen la masacre, te habrás arrepentido de esta decisión"

El Profesor suspiró una vez más. Una solitaria lágrima bajó por su mejilla. Se movió en su silla, incómodo. Pensar en Erik era bastante doloroso. Y siempre pensaba en él, añorando lo que pudo haber sido.

-Erik anticipó una masacre que aunque yo sabía que iba a pasar, como siempre, tuve fe en que no pasaría. Eso comenzó un par de años después de lo de Cuba. Silenciosa, pero ahí estaba. Llamada tras llamada me era colgada cuando lograba localizarlo. Quería decirle que ahora entendía  y que me perdonara pero me ignoró firmemente. Un día que Hank y yo fuimos a ver a un chico con su mutación descontrolada, al regreso nos encontramos con algo horrible. Todos mis estudiantes habían sido llevados y asesinados días después... Con más ahínco traté de hablar con él y su rechazo junto con lo que había pasado en la mansión me sumieron en una depresión terrible al grado de cerrar la escuela. Cuando Raven fue asesinada, él me contactó y sólo me reprochó una y otra vez que los abandoné y sabía que tenía razón. Claro que lo sabía. Yo quedé aún más devastado con lo de Raven, pero creí que moriría con Erik cuando el siguiente golpe se lo dieron a él. Lo atraparon y lo mataron y pude sentir su agonía y su ira desbordada mientras era torturado de nuevo.

"Nos abandonaste, nos has dejado a nuestra suerte. ¿La muerte de Raven valió la pena o seguirás escondiéndote en esa casa manchada de sangre?"

–Tengo que evitar que te sigas autodestruyendo, primero que nada; lo pillo, Profesor–replicó Logan, bastante sorprendido por lo que acababa de escuchar. Nadie pensaría que Charles Xavier, el mutante con el cerebro más peligroso, según la CIA y la persona más fuerte y valiente que él pudo haber conocido,  alguna vez fue alguien depresivo

–Llegarás en una etapa muy complicada, pero me debes convencer. Y Erik era muy testarudo y colérico y será difícil dar con él; convénceme de ayudarte a localizarlo. Raven estuvo moviéndose muchos años pero siempre dejaba pistas.

–Sé que tú aún lo amas, pero, ¿él te amaba de vuelta mientras todavía vivía?–preguntó acomodándose en la piedra y Kitty instalándose en la silla para comenzar lo antes posible.

"Te amo como no tienes idea, Charles. Te amo y amaré que me hayas sacado de mi guarida y me hayas demostrado que todavía puedo sentir eso. Incluso después de todo lo que ha pasado y el rencor que te tengo, te amo tanto..."

No es necesario que respondas. Lo sabré pronto. Nos vemos, Profesor. Nos vemos a los demás. Espero despertar en un mejor mundo.

<<Confío plenamente en ti, Logan. Te veré en un futuro prometedor, amigo mío>>

Charles confiaba en que lo que sea que hiciese Logan en el pasado, fuera una luz de esperanza para los que seguían y los que ya no estaban. Y muy muy en el fondo, esperaba que Erik y él pudieran llegar a una tregua, porque veía muy difícil una reconciliación.

Logan sonrió al escuchar a Charles en su cabeza. Al principio fue muy malo saber que alguien podía meterse y hacer lo que quisiera con sus recuerdos y sus pensamientos. Pero con el Profesor podía dejar abierta su mente, porque no había peligro, porque Charles le trajo una paz que no había conocido desde hacía años.

La sonrisa se le borró cuando sintió el pinchazo del poder de Kitty en sus sienes y de pronto ya no estaba más en aquella piedra fría y dura.



*


La sensación del viaje había sido realmente espantosa. Se sintió como un remolino interminable, muy parecido a estar ebrio. Él conocía bien ese efecto.

Pero cuando todo eso acabó, sentía bajo su cuerpo algo blando. Una cama seguramente. Sus ojos se negaban a abrirse, incluso si sabía que había funcionado y ahora estaba en el pasado. El ruido matutino de la ciudad se coló a sus oídos y se sintió aturdido. Se movió ligeramente y sintió un brazo sobre sus costillas. Recordó que antes de unirse a los hombres X, mucho antes, él podía ir de cama en cama. Era como una afición, un deporte para él. El sexo había sido algo que lo mantuvo cuerdo y en la tierra. Pero si había funcionado, el tiempo en el que estaba ahora era antes de perder la memoria. Supuso que entonces su particular gusto por darle placer a su cuerpo no cambió mucho.

Obligándose a levantarse y comenzar a buscar a Charles, Logan pudo mirar la habitación en la que estaba, muy iluminada y algo caótica. Ropa regada por todas partes, libros tirados, botellas de cerveza, basura y sobre la cómoda cama, a su lado, un chico joven y guapo, durmiendo plácidamente boca abajo, tan desnudo como él mismo, y con marcas ligeramente moradas sobre sus caderas y espalda.

Prefirió no despertarlo e irse lo más rápido posible de ahí. No quería dar explicaciones de por qué no sabía su nombre ni por qué no recordaba habérselo follado. Tan silencioso como pudo, se vistió, se dio una lavada rápida en el rostro y el cuello y salió de ahí, apenado por no saber lo bien que la había pasado anoche, aunque su cuerpo relajado y satisfecho podía darle una idea.

El lugar era un mini departamento que era tan desastroso como la habitación, pero estaba seguro que suyo no era. Aunque el desorden no le molestaba en lo absoluto,  todo era demasiado juvenil y de gustos hippies así que no, no era suyo.

Pero el auto aparcado afuera definitivamente sí lo era. Metió la mano en su pantalón y se encontró con una solitaria llave que abrió la puerta del auto. Adentro olía a habano y en la guantera se encontró con una caja medio vacía. Contento por haberlos encontrado, encendió uno y se dirigió a Westchester.



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⏰ Última actualización: Nov 29, 2022 ⏰

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