Maya González
Me estaba arreglando para la fiesta o peda de celebración.
De nuevo, sin saber que ponerme, era muy indecisa a la hora de estos temas.
Finalmente, después de como 40 horas, elegí algo decente, un vestido negro corto, un abrigo blanco acolchado, tacones negros y esta vez mi bolso era un bolso baguette café.
Me mire al espejo y dios, como tremenda diosa me veía, siempre tuve autoestima pero este vestido me lo subía al mil, ademas de agregar que tenía el pelo planchado y un maquillaje casual.
-¿Lista?-entro Ovidio a la habitación.
-Sip-sonreí mirándolo, se veía demasiado guapo.
-Que chulada de mujer-se acerco a mi y coloco sus manos en mi cintura.
-Tu también te ves bien chulo-sonreí y por respuesta recibí un beso el cual felizmente correspondí.
Ya nos encontrábamos en la fiesta/peda, estaban los mismos presentes que la fiesta pasada.
De nuevo tuve que sentarme con Ovidio y sus amigos, los cuales seguían hablando de negocios, se supone que era peda para celebrar un negocio y estaban hablando de negocios.
Prestaba atención por no tener otra cosa que hacer, hablaban de abrir nuevas rutas en otros lugares y otras maneras de pasarla.
De pronto empezaron a hablar de temas de hombres o básicamente cosas que no me interesaban, así que saque mi teléfono de mi bolso y comencé a ver mis redes sociales y responder algunos mensajes.
( )Mamá
Dónde estás?
4:56 p.m.El guardia me hablo esta mañana
diciendo que no has ido desde ese
día.
5:00 p.m.Necesito que vayas por tus cosas.
5:02 p.m.Hola,bien y tu?
6:10 p.m.No se preocupen, esta semana voy
por mis cosas.
6:11 p.m.Genial, después de tanto tiempo sin hablar y para lo único que lo hacen es para que saque mis cosas de su casa.