† Tu sonrisa †

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Su existencia es un misterio o una simple leyenda pasada de generación en generación, más no quiere decir que todo en esta misma es una mentira.
Muchos afirmaran que solo son cuentos para niños y que al crecer te darás cuánta de que el hilo rojo nunca existió.

Todavía recuerdo cuando mi hermana le pedía a mamá que nos contará como es que se conocieron ella y papá, siempre con una sonrisa en su rostro nos relataba cada detalle se su primer encuentro.

Nunca olvidaré ese día, cundo estaba en la salida del colegio me di cuenta de que un chico se me acercó y con el traía una pequeña flor bastante linda, en eso veo que se arrodilló y me extendió su mano... - ya conocía esa historia de principio a fin, no entendía lo especial en tal relato, pero la forma en la que mi hermana presta atención a cada palabra que sale de la boca de mamá me da a entender que espera conocer a alguien con quién vivir una vida con tanto cariño y aprecio.

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Shousuke es hora de ir al festival en el colegio de Shoko - se abrió la puerta de mi habitación dejando ver a mi madre que como siempre tiene energía y alegría que la hacé brillar, lo digo casi de forma literal pues al momento de verla me ví forzado a cerrar un poco mis ojos.

Nunca me gustó ir a lugares lleno de personas por el simple echo de que llamo la atención y lo menos que quiero es desperdiciar tiempo tratando de escapar de "fans". Al contrario de mi hermana yo no tengo ningún problema para hablar con las demás personas, sin embargo lo concidero una perdida de tiempo.

En cuanto pusimos un pie en el terreno de ese edificio las miradas dirigidas a nosotros eran casi asfixiantes, a mamá nunca le importó ser el centro de atención al contrario lo disfrutá, pero no quiere decir que presuma de eso simplemente es parte de su personalidad.

Es la madre de nuestra diosa Komi!! - ese grito fue lo primero que se escuchó justo después de que entramos al salón de mi hermana, todos siempre actúan de la misma forma, no entiendo porque nos miran como si fuéramos celebridades, y lo que más me temía sucedió, todas las compañeras de Shoko se abalanzaron sobre mi, me sentaron en un trono y no apartaban sus ojos de al más mínimo movimiento que realizaba, un sentimiento de incomodidad siguió creciendo así que opte por retirarme.

Justo cuando estaba a unos pasos de la salida una chica de cabellos rosas me detuvo, parecía que realmente no estaba interesada en coquetear ya que no tenía ningún sonrojo en sus mejillas y portaba un semblante neutro, justo eso fue lo que causó que me quedara a escuchar lo que sea que tenga que decirme.

Hola, tu debes ser el hermano de Shoko - pregunto con tanta naturalidad y una pequeña pero linda sonrisa, lo único que hice para responder a su pregunta, la cual era más una afirmación, fue un simple si.- No creo que sea bueno que te retires ya que tú hermana me dijo que le emocionaba que estuvieran aquí - se supone que para este momento yo ya debería de estar en casa, pero el estar cerca de esta chica me parecía cómodo y en ningún momento me trató como si estuviera hablando con algún tipo de deidad, al contrario en todo momento sus palabras fueron tan naturales y fluidas combinadas con un aura calmada.

Por instinto pase mi mirada al lugar en donde se encontraba mi hermana y efectivamente su semblante se miraba triste, creo que no me aria daño el quedarme unos minutos más,pero de inmediato volvía a la realidad de que me volverían a acosar las compañeras de Shoko, no sé porque pero al parecer solo una persona en todo ese montón de gente pareció entender mi conflicto interno por lo que de nueva cuenta llamó mi atención.