Capítulo 4 | Sanar

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Probé una de las galletas que estaban en la charola encima de la mesa de la cocina.

Klaus se propuso mantener ocupada mi mente para no sobre pensar las cosas, todos los días hacíamos algo divertido para que yo no me encerrara en mi habitación y perdiera mi “energía”

Las últimas galletas que intentamos hornear salieron, ambos estábamos llenos de harina, mi cabello tenía cáscaras de huevo y Klaus por alguna extraña razón estaba lleno de chocolate.

— ¿Y? ¿Saben bien? —preguntó. Asentí dándole otra mordida a mi galleta.

—No sabe nada mal para ser la segunda vez que horneamos —ambos reímos y ahora Klaus fue el quién agarro una galleta.

— ¿Qué es lo que quieres hacer por tu cumpleaños número veinte? —preguntó recargandose en la gran mesa del centro. Puse una de mis manos sobre mi barbilla, pensando.

—Que tal... Nada —negué levemente con una sonrisa.

— ¡Vamos! cumpliras veinte, no siempre cumples esa edad —alzó las manos exageran la situación.

—Bueno... Jack me propuso salir ese día, pero la verdad no quiero dejarte solo, además de que tampoco quiero dejar solo a Cinco —ladee mi cabeza— y dudo que los chicos vengan por nuestro cumpleaños, realmente dudo que se acuerden de los unos a los otros.

Y era verdad, después de que los chicos se mudaron hace un año ninguno volvió a tener contacto. Para nuestro cumpleaños número diecinueve ninguno se presentó en la academia y prácticamente en nuestra “celebración” de cumpleaños solo estuvo mamá, Klaus y yo.

—Cinco estará bien si no vas a hablar con él por un día, además, no saldrás todo el día ¿verdad? podrás hablar con él cuando vuelvas —propuso.

— ¿Y qué hay de ti? No voy a dejarte solo el día de nuestro cumpleaños en esta gran casa.

—No estaré solo —negó volviendo a tomar otra galleta— Ben y Cinco me acompañaran, ¿no es así hermanitos? —cuestionó a la nada, hice una mirada de pocos amigos y Klaus se alzó de hombros con inocencia.

—Muy gracioso, Klaus, pero será mejor que no vaya, además... No me siento lista para salir con alguien más... Él quiere que esto sea una cita —jugué con un poco de harina que estaba regada por la mesa.

—Bueno, podrían intentarlo —Klaus comenzo a guardar las cosas en su lugar correspondiente, al ver su acción yo comencé a llevar los platos sucios al lavavajillas.

— ¿No es muy pronto? —hablé mientras me recargaba en el lavavajillas.

—Bueno... Ya pasaron casi cuatro años, pero que intentes salir con alguien más no quiere decir que... —lo interrumpí.

—Que me esté olvidando de él —completé, él asintió con una sonrisa y allí me decidí al fin — iré a llamarlo para confirmar nuestra salida —con un pequeña sonrisa salí de la cocina, pero a mitad del camino un sentimiento de culpa se instaló en mi pecho. Sentía como si le estuviese siendo infiel a Cinco, como si estuviera traicionandolo.

Me quedé unos minutos parada en la sala principal, donde estaba el teléfono de casa. Me crucé de brazos, pensando.

¿En serio estaba haciendo mal en intentar seguir con mi vida y conocer a alguien más?

Si, definitivamente si estaba haciendo mal en seguir con mi vida como si mi novio no acabará de morir.

Sé perfectamente que Cinco no murió hace poco, pero aún así no lo aceptaba del todo y a veces mi memoria me traicionaba, habían días en los cuales pensaba que despertaba en el cuatro de noviembre de dos mil cinco, claro, eso solo era parte de algunas visiones provocados por este “trauna”

𝖬𝖨 𝖯𝖤𝖱𝖲𝖯𝖤𝖢𝖳𝖨𝖵𝖠² ˖ ׂ⋆*ૢ✧ 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐌𝐁𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐘 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora