IV-La catedral

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Pues aquí empieza mi cárcel, en cuanto cruce esa puerta negra y grande que separa mi libertad de mi cautiverio tan solo por una valla de metal oxidada. Al fin y al cabo es lo que tiene un palacete mas viejo que los balcones de palos. Aunque pensando mejor, esta el chico este del cual no recuerdo el nombre.
"El niño del autobús"
"Liam"
"Mira como se acuerda la marica reprimida"
"Tsht"
Oh, Liam, mi dios griego perfecto, mi esperado sueño de esta noche y mi unico motivo para quedarme aqui.

Cuanto mas avanzaba en su interior, mas me daba cuenta de lo deprimente que era ese sitio húmedo, frío, antiguo y con pinta de palacio del siglo XII con una arquitectura gótica q hizo que pusiera mala cara, la cual se desvaneció al ver una hermosa fuente en el centro del jardín donde todos los pasillitos hechos con arbustos verdes perfectamente recortados en forma cuadrada acababan. al rodear la fuente y volver a mirar al frente, mi cara volvió a ser de desaprobación al volver a contemplar ese lúgubre lugar en el que mis padres me habían encerrado.

- Y en esta nave de la izquierda, tomando como referencia la cancela de entrada, se encuentran sus habitaciones- Dijo la señora que estaba haciendo de guía
- ¿Y en las otras naves?- dijo un chaval que era nuevo y andaba igual de perdido que yo.

- En la nave central se impartirán las clases, y en la nave de la derecha, están los dormitorios y las duchas de las chicas. Por lo que les queda completamente prohibido acercarse- dijo la celadora.

Nos acompañaron chico por chico a nuestra habitación personal. Para mi sorpresa, son bastante amplias y luminosas, al contrario que los pasillos, con 2 ventanales bastante grandes, a demás mis ventanas daban al patio, y el sol sale por el este si no me equivoco, así que, podré ver el amanecer por las mañanas; la habitación, también tiene un espejo de cuerpo entero apoyado en una esquina, las paredes de color azul claro, un escritorio blanco bajo las ventanas, que es bastante amplio, con dos cajones a un lado que hacen de pata, y una silla negra bastante cómoda a decir verdad.

"Uff, mira ese armario empotrado contra el que nos pude empotrar nuestro amado Liam"

"No homo, pero la acción puede seguir en esa cama de matrimonio tan bonita de con el cabecero negro y las sabanas blancas"

"Poco a poco te vas viniendo al lado colorido baby"

"Yo no he especificado con quien sea la acción, porque lo mismo puede ser con una moza que conozcamos y no con otro desviado como TÚ"

La verdad es que no me importaría que me empotrase duro contra el armario y acabásemos dormidos en la cama y al despertarnos ver el amanecer, y aprovechando que seguiríamos sin ropa...

"Pero señor, se está desviando del camino"

"Tranquilo, que no dirá lo mismo cuando te deje como una jirafa recién nacida, o tu lo dejes a el sin andar, todo depende del tamaño de su herramienta"

Bueno, o podemos quedar los dos temblando, al fin y al cabo yo quiero que me de, pero yo también quiero darle como cajón que no cierra. No me malinterpretéis, si, quiero intentar tener un bebé con el aunque biológicamente sea imposible; pero también quiero saber cómo está, quererlo abrazarlo y respetarlo, escuchar sus problemas y poder confiar plenamente en el y que el confíe en mi.

"Joder, que bonito señor, aunque se esté doblando, creo que es lo mas bonito que he escuchado nunca"

"Anda, coge tú otro pañuelo que tienes también unos lagrimones que ni el océano pacífico"

*toc,toc*

-Quién cojones está llamando a la puerta en un momento tan...

-Hola...- era Liam- ¿Interrumpo algo?

dos conciencias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora