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『 ♡ 』

Ese día fue tan pésimo que Xue Yang había deseado no despertar, aún recuerda los gritos de su padre y las pinturas tiradas ante sus ojos.

No quería salir de su departamento pero su necesidad de ver diariamente a ese hombre aun fue más fuerte que sus problemas, porque ese vendedor de flores se adentró en su vida para hacerlo feliz, más de lo que creyó merecer, esa suave mirada cuando notaba su presencia lo hacía olvidar sus problemas y por tan poco tiempo, esos simples días que lo conoció, logro ganarse todo de él.

Cuando llego tratando de sonreír a ese chico de las flores, lo encontró difícil. Quería desahogarse, tirar todo por la borda, con la esperanza de ser querido de vuelta, y que tal vez solo quizás, pueda sentir esas suaves manos que cuidaban esas flores con un cariño exuberante, cuidarlo a él.

Ahora frente a él con un pequeño ramo de diversas camelias, él lo saludo con su mano, pero cuanto más trataba Xue Yang de sonreír, más le costaba respirar, no quería ser descubierto por lo que su mirada se alejó del vendedor. Por su parte, el joven no parecía afectado por sus emociones que lo engullían como veneno.

Cuando sintió un pequeño toque en su mano, lo hizo voltear, rápidamente se vio atrapado por esa misma sonrisa en su lugar, sus ojos se posaron en los ojos cobaltos y se quedaron allí por un momento. Cuánto tiempo permanecieron allí los dos, ninguno parecía darse cuenta.

El ensueño se rompió cuando sonó la campana y unos clientes entraron a la tienda. Su pequeña burbuja había estallado. Cuando pago, permaneció allí en su lugar, con los puños apretados.

Recibió las flores pero no levantó la vista.

No persiguió aquello que comenzó a anhelar. Solo dejo que se forjara una alta y potente barrera invisible ante esos sentimientos, así pues ya se alejaba de ese lugar.

Todo lo estaba enloqueciendo.

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Never forget love -XueXiao-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora