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En todo el camino a casa me la pase mirando a la japonesa a mi lado - ¿Qué? - preguntó mientras nos deteníamos en un semáforo, me sonrojé al ser atrapada por ella - Nada... Solo que te vez sexy cuando conduces - confesé y noté como se sonrojaba un poco haciéndome sonreír por su reacción - ¿De verdad te gusto tanto? - dijo burlándose un poco de mi - ¿Y tú? - dije retándola mientras volvía a poner en marcha el auto, estábamos tan solo unos metros de mi casa - Si no te gustara entonces ¿Qué haces aquí? - dije mientras nos deteníamos frente a mi casa, ella volteó a verme - Quizás solo quizás... Me gustas un poco - dijo encogiéndose de hombros.
Me quité el cinturón - No sabes ocultarlo - dije abriendo la puerta del auto, pero antes de bajar ella se bajó rápido para ayudarme - Pues tu tampoco sabes ocultarlo muy bien - dijo mientras me ayudaba a caminar hacia la entrada donde no tarde en abrir la puerta - ¿Qué tal si comemos algo? - pregunté la verdad no quería que se fuera y como respuesta escuchamos como la barriga de Sana sonaba de hambre comenzamos a reír a carcajadas.
Fuimos a la cocina donde calenté un poco de comida que sobró de la noche anterior - Mi hermano nos vio ayer - le informé mientras nos sentábamos en la isla a comer, pude ver su mirada de sorpresa - ¿Que te dijo? ¿Se lo dirá a tus padres? - preguntó un poco nerviosa - No el, estaba confundido, pero le explique un poco nuestra situación y acepto guardar el secreto... Hasta dijo que me ayudaría en lo que necesitara - dije sonriendo al decir lo último realmente sentía alivio de tener, aunque sea un poco de apoyo de mi hermano - Me alegro que lo aceptara o por lo menos aceptar no contarles a tus padres... - se mantuvo en silencio unos segundos - Dahyun si tus padres lo supieran ellos- la detuve - Seria lo peor, Sana mis padres son homofóbicos ya viste como me tratan y si ellos se enteran con suerte terminare en el hospital - dije sintiendo las lágrimas amenazando con salir, ella tomó mi mano acercándose a mi rodeándome con su brazo - Eso no pasara... Hey - me tomó de la barbilla para que la mirara y quito una lagrima que comenzaba a caer por mi mejilla - No dejare que te hagan daño - dijo para luego dejar un beso en mi frente.
- Gracias - dije sonriendo me sentía tan agradecida de solo tenerla en mi vida - No tienes nada que agradecer - dijo dejando un beso en mi mejilla izquierda - Comienzo a creer que estas enamorándote de mí - dije burlándome un poco de ella - Si, pero eso ya lo sabes - dijo dándome una sonrisa esta vez dejo un cortó beso en mis labios haciéndome sonrojar aún más.
'¡Está enamorada de mí! ¡Ella lo dijo!' pensé gritando internamente mientras comenzábamos a comer y no podía quitar la sonrisa de mi rostro. Después de comer me ayudó a lavar los platos - Mira tienes algo ahí - dije llamando su atención para dejar un poco de espuma en su mejilla - Hey! No se vale - se quejó tomando un poco de espuma colocándola en mi rostro - ¿¡Con que quieres jugar sucio eh!? - la reté tomando más espuma - A ver que tienes para mi niña - dijo y le avente más espuma en el rostro y mojándola con un poco de agua - ¿A si? Con que esas tenemos - dijo esta vez tirándome agua trate de esquivarla, pero mi tobillo dolía casi me caigo si no fuera por Sana - Me mojaste idiota - me quejé y ella reía - Tu también me mojaste - se defendió y por alguna razón por mi mente paso otro pensamiento. Quizás Sana tiene razón y tiendo a pensar todo en doble sentido, pero a la vez es su culpa.
