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- Ya debo irme es tarde - me despedí de mi japonesa dejando un beso en sus labios que fue alargado por ella, no queríamos despedirnos, pero ya era tarde y pude notar que mis padres ya llegaron a casa. Nos tardamos ya que nos detuvimos antes de llegar a casa y tuvimos una larga sesión de besos hasta que vi la hora.
- Esta bien te dejare ir esta vez - dijo una vez que nos separamos casi sin aire - Nos vemos mañana amor - dijo dejando un último beso en mi frente, al abrir la puerta del auto pude ver a mi madre en la entrada y me espante - Iré contigo quizás no se moleste tanto si le digo que fue mi culpa - dijo Sana bajando del auto para ayudarme con la muleta mientras caminábamos pude ver a mi madre mirar a Sana con una sonrisa - Buenas noches señora Kim - saludo mi japones - Buenas noches niñas ¿Porque tan tarde Dahyun? ¿Quieres que te castiguemos de nuevo? - pregunto mi madre viendo su reloj - Mi padre insistió en mostrarle a Dahyun su colección de monedas - invento Sana - Vaya tu padre es coleccionista - dijo mi madre sorprendida - Si, tiene monedas de todo tipo - dije tratando de sonar convincente.
- Bueno... ¿Sana te quedarías a cenar? - dijo mi madre miré a Sana que parecía nerviosa - Yo... - Sana seguro iba a declinar - Por favor - le insistí quizás si ella estaba ahí mis padres no serían tan ceberos conmigo, Sana me miróy le hice puchero - Esta bien - dijo finalmente y sonreí - Maravilloso, vamos entren - dijo mi madre emocionada mientras la seguíamos y Sana tomaba su celular para avisarle a su padre.
- Pasa por favor - dijo mi madre a Sana, mi hermano y mi padre estaban ya sentados esperando en la mesa - Buenas noches - saludo Sana haciendo una leve reverencia a mi padre y mi hermano que le devolvieron el saludo - Sana nos acompañara a cenar esta noche - anuncio mi madre y pude ver el rostro de sorpresa de mi hermano al darse cuenta de quien era realmente Sana.
- ¡Sana! Vaya Dahyun me ha hablado mucho de ti - dijo mi hermano burlándose de mi - Espero que cosas buenas - dijo mi japonesa - Dahyun ayúdame en la cocina - mi madre me obligo a ayudarla en la cocina mientras mi hermano le invitaba a Sana a sentarse a su lado, tenía un poco de miedo de dejarla sola pero mi hermano me guiño un ojo para que estuviera tranquila al fin y al cabo era su cuñada.
- Veo que a tu hermano le agrada... ¿Sana tiene novio? - pregunto mi madre mientras servíamos en los platos '¡Enserio quieres emparejarla con mi hermano! ¡No! ¡Con mi japonesa no!' pensé tratando de calmarme - Si, Sana tiene novio - inventé evitando hablar del tema - Lo sabía una niña tan linda como ella no podía estar sola - dijo mientras terminábamos de servir y llevábamos todo a la mesa donde para mi sorpresa Sana hablaba con mi padre hasta lo hacía reír.
Nunca vi a mi padre reír así - Te ayudo - dijo mi japonesa tomando el plato que traía ya que aún me costaba un poco caminar - Aun tienes el tobillo lastimado amor, siéntate yo ayudare a tu madre - dijo cerca de mi para que solo yo escuchara - Esta bien - dije tomando asiento en la mesa - Sana es muy elocuente ¿De dónde la sacaste? - pregunto mi padre - Somos compañeras de clase ella entro este año cuando las clases comenzaron - comente a lo que mi padre asintió mientras mi madre y Sana terminaban de servir.
