Capítulo 2:

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En la penumbra de la noche, Tn se encuentra sumida en un sueño inusual. Se halla en un salón majestuoso del imponente castillo de Auradon, cuyos pasillos conocidos ahora adquieren un tono enigmático y misterioso. La luz tenue revela la presencia del cetro de Maléfica y la piedra de Hades, colocados en el centro de la sala como guardianes de secretos ancestrales.

El ambiente está cargado de una energía intensa, como si la magia misma vibrara en el aire. Voces susurran en la oscuridad, llamando a Tn de manera misteriosa, como ecos lejanos que resuenan en el salón. La atmósfera es surrealista, con sombras danzantes que parecen cobrar vida propia a la luz titilante de las velas.

Tn siente una fuerza magnética que la atrae hacia el centro de la habitación, donde reposan el cetro de Hades y la piedra de Maléfica. Cada paso que da parece estar acompañado por una melodía etérea y misteriosa. Las voces se intensifican, resonando en su mente y creando un eco en su alma.

Las joyas mágicas parecen brillar con una luz propia, lanzando destellos que iluminan el rostro de Tn con una luminiscencia sobrenatural. La magia en el aire es palpable, envolviendo a Tn en una sensación única de poder y misterio.

Mientras se acerca al cetro y la piedra, la energía a su alrededor se intensifica, como si estuviera a punto de desvelar un secreto ancestral. Las voces en su mente se entrelazan, formando un susurro armonioso que parece llevar un mensaje cifrado. El sueño de Tn se convierte en una experiencia hipnótica, donde la magia, los símbolos y las voces se fusionan en un ballet onírico que revela un fragmento desconocido de su destino.

Tn se despierta abruptamente, su cuerpo emergiendo de las profundidades del sueño inusual. La habitación a su alrededor está envuelta en la penumbra de la noche, con la suave luz de la luna filtrándose a través de las cortinas. Sin embargo, a pesar de la aparente calma del entorno, Tn siente una extrañeza persistente que se aferra a su ser.

La intensidad del sueño aún resuena en su mente, como un eco distante de la experiencia onírica. Su corazón late con un ritmo acelerado, y una sensación de desconcierto la envuelve mientras trata de reconciliar la realidad con las imágenes y sensaciones del sueño. La magia que impregnaba el castillo de Auradon y la presencia de las poderosas joyas aún reverberan en su conciencia.

Tn se incorpora en la cama, sintiendo la frescura de las sábanas contra su piel. Una mirada confusa cruza sus ojos azules, mientras su mente trata de dar sentido a las emociones y percepciones que quedan de la enigmática experiencia nocturna.

Las sombras en la habitación parecen adquirir una cualidad más densa, como si el manto de la magia del sueño persistiera en el mundo real. Tn se toca la frente con gesto pensativo, como si buscara encontrar respuestas en las profundidades de su propia conciencia. La extrañeza la envuelve, creando una atmósfera de intriga en la tranquila noche. Tn sabe que algo ha cambiado, que el sueño ha dejado una huella indeleble en su ser. 

La plaza de Auradon está llena de emoción y anticipación mientras Mal y Ben hacen su entrada triunfal. La multitud, compuesta por personas de todos los rincones de Auradon, los recibe con aplausos y vítores. Doug y la banda inician la melodía de entrada, llenando el aire con notas alegres y festivas.

Mal y Ben avanzan por la plaza, saludando a los ciudadanos que se han congregado para ser testigos de este momento especial. Los rostros sonrientes y la energía positiva crean un ambiente de celebración. La pareja real camina tomada de la mano, compartiendo miradas cómplices que reflejan la conexión profunda que han desarrollado.

A medida que se acercan a la plataforma en el centro de la plaza, la música se intensifica. Doug y la banda tocan con entusiasmo, acompañando la entrada real con ritmos alegres.

Mal sube primero a la plataforma, seguido de cerca por Ben. Tn se encuentra entre la multitud, acompañada por Chad, Audrey y su abuela, la madre de Aurora. Observan con atención el espectáculo que se desarrolla frente a ellos. Doug y la banda continúan tocando la música festiva, creando una atmósfera llena de alegría. La hada madrina, con una sonrisa radiante, dice:

Hada Madrina: Bibbidi-Bobbidi, 1, 2, 3, pueden oirme?

Todos: Siiii!!!

Le entrega a Ben un micrófono, marcando el inicio de su discurso ante la multitud.

Ben: (tomando el micrófono con seguridad): Gracias Hada Madrina

Ben suspira y ríe un poco antes de continuar.

Ben: ¡Auradon, ¿Cómo están?!

La multitud responde con más aplausos y aclamaciones. 

Ben. Gracias, les agradezco mucho por venir a recibir a los recién llegados, pronto estarán aquí.

Reina Leah: No tenemos alternativa.

Chad, Audrey y Tn miran a la Reina Leah, mientras que los demás aplauden.

Ben: Con los primeros cuatro funciono muy bien.

Chad: Si, en especial para ti.

Tn: Chad cállate, eso no me hace gracia.

Audrey: No es divertido.

Ben se vuelve hacia Mal, su expresión revelando un brillo especial en sus ojos.

Ben: (mirando a Mal con ternura): Mal, este es el lugar exacto donde nos conocimos no hace tanto... Es como si te conociera de toda la vida. ¿Te he mencionado que me enamoré de ti?

La declaración de Ben resuena en la plaza, creando un momento de ternura que se propaga entre la multitud. Doug toma una guitarra y comienza a tocar. La multitud observa con expectación mientras la pareja real, Ben y Mal, se prepara para un momento especial.

La melodía resuena en el aire, y Mal no puede evitar sonreír mientras escucha la canción. Ben, comienza a cantar con pasión. Mientras avanzan, la pareja da una vuelta grácil que ilustra la complicidad y el amor que comparten.

Ben: (cantando) "I met this girl that rocked my world like it's never been rocked, and now I'm living just for her and I won't never stop, I never thought that it could happen to a guy like me, but now look at what you've done, you got me down on my knees...."

La sorpresa se dibuja en el rostro de Tn mientras observa la escena. La tristeza se mezcla con la sorpresa en sus ojos, ya que el momento parece resonar con sus propias experiencias y emociones.

Ben, en un gesto lleno de determinación, se arrodilla frente a Mal. La plaza queda en silencio por un momento, y Tn observa con atención mientras Ben dice:

Ben: "Quédate conmigo, seamos dos para siempre."

La sorpresa llena los ojos de Mal, y una expresión de felicidad y asombro cruza su rostro. Ben abre una pequeña caja revelando un hermoso anillo con una piedra de color morado.

Ben: "¿Serás mi esposa? ¿Quieres ser mi reina?"

Mal, emocionada, responde con un enfático "¡Sí!". Los ojos de Tn se llenan de lágrimas al presenciar este emotivo momento. La plaza estalla en aplausos y vítores, celebrando el compromiso real que acaba de tener lugar. Todos festejan el compromiso de la pareja mientras Ben y Mal sellan el compromiso con un beso. 


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