cap.8

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A la mañana siguiente me desperté a las 6:30, como de costumbre, desayuné y tras asearme me dirigí al instituto para la práctica matutina, seguía sin acordarme de casi nada de lo que ocurrió en la fiesta, aun así recuerdos fugaces aparecían en mi memoria de vez en cuando, sobre todo acerca de ese ridículo juego que al parecer me obligaron a jugar, pero nada más que eso; supuse que solamente habíamos pasado un buen rato jugando y luego me había ido a casa así que no me preocupé demasiado.

En medio del camino encontré a Endou andando tranquilamente, lo llamé y él me dio los buenos días con una sonrisa, aunque el ambiente se notaba algo incómodo, lo ignoré y caminé a su lado en silencio hasta llegar al instituto.

Al llegar fuimos a la caseta del club a cambiarnos y antes de empezar el entrenamiento Endou nos dio a todos una noticia inesperada; al parecer Gouenji había decidido unirse al club. Sinceramente, me agradaba la idea, era un excelente jugador y mejoraríamos mucho con él cerca, pero por alguna razón me sentía incómodo a su alrededor, más que de costumbre. No tuve mucho tiempo de pensar en eso, ya que Endou dio comienzo al entrenamiento, que transcurrió con relativa normalidad.

Ya era la hora del almuerzo, así que recogí mis cosas y me dispuse a salir hacia donde se solían encontrar los miembros del club. Al salir del aula me encontré con Gouenji, lo saludé amablemente y me devolvió el saludo en un susurro casi inaudible. Ambos nos dirigíamos hacia el mismo lugar, así que me resigné a tener un incómodo viaje junto a él cuando de pronto escuché a alguien gritar mi nombre, me di la vuelta y vi que se trataba de Endou, rodeó mi cuello con su brazo y saludó a Gouenji y aunque fuese de manera amistosa pude sentir cierta tensión entre ellos, aunque pensé que solo era mi imaginación.

En la mesa me senté junto a Endou y Someoka, mientras que Gouenji se sentó enfrente nuestra, de nuevo sentí esa tensión creciente entre el delantero de fuego y el capitán de nuestro equipo, lo que me pareció muy extraño la verdad, por lo que decidí preguntarle a Endou al respecto más tarde.

Las clases por fin habían terminado y al acabar el entrenamiento de la tarde me acerqué a Endou en los vestuarios para preguntarle si quería que volviésemos juntos, a lo que accedió gustoso. De camino a casa ambos estábamos en silencio hasta de me decidí por hablar.

-Endou-Al llamarlo por su nombre, este volvió su cabeza hacia mí-¿te pasa algo con Gouenji?, no es por ser cotilla ni nada, pero es que os noto raros-.

-No sé, pegúntaselo a él- respondió de mala gana a lo que yo fruncí el ceño, no me gustó para nada la manera en la que me había hablado.

-Vale que estés enfadado, pero yo no tengo la culpa, así que no tienes por qué hablarme así- dije serio a lo que él soltó un suspiro.

-Perdona, es que desde lo que pasó en la fiesta no soy capaz de mantener la compostura y lo he acabado pagando contigo- respondió con tono cansado.

-¿Qué pasó en la fiesta?- pregunté, lo que dejó helado a Endou quien se quedó callado y quieto, así que volví a preguntar-¿No me lo puedes decir? ¿Tan malo es?- Endou vaciló unos momentos y la final habló.

-Kazemaru, en la fiesta tú...- hizo una pausa y yo le miré intrigado -Después de jugar a ese juego y de que te emborrachases vi como Gouenji cogía tu brazo y te llevaba no sé donde, así que decidí seguiros por curiosidad-De nuevo hizo una pausa, miró al suelo, luego a mí que tenía una mirada curiosa por saber que iba a decir -la cosa es que empecé a escuchar ruidos, al principio pensé que estabais peleando, pero luego me di cuenta de que me equivocaba- agachó su mirada y calló durante un largo rato y yo no podía estar más confundido, realmente no recordaba nada, aunque me sonaba después de oír a Endou decirlo, poco a poco se me fueron viniendo a la cabeza los recuerdos de esa noche y lo que me pasó realmente en esa habitación.

Llevé mi mano a mi boca, tratando de ahogar un pequeño grito mientras los colores se me subían rápidamente a la cabeza, no me podía creer que realmente yo hubiese hecho eso y menos que Endou se hubiese enterado.

Él alzó la mirada y por mi expresión dedujo que ya lo había recordado todo, me sonrió y me dijo que no me preocupase, que no iba a decírselo a nadie, aunque eso realmente no me preocupaba, lo que ocupaba mi mente era el cómo iba a ser capaz de mirar a Endou y a Gouenji a la cara de nuevo.

Endou me acompañó hasta la puerta de mi casa y antes de irme me dio un abrazo, el cual me sorprendió, pero no tanto como lo que dijo en medio de este -no dejaré que vuelva a acercarse a ti nunca más- me acunó un poco más entre su brazo y tras regalarme una sonrisa se fue, yo que quedé extremadamente confundido, es decir ¿qué acababa de pasar?

Tomé un baño para refrescar mis ideas y decidí que debía hablar mañana con Gouenji para poder saber exactamente lo que ocurrió, ya que por lo que recordaba él fue el que lo empezó todo; mientras ya vería que hacer con Endou.

De repente me llegó una notificación, era un mensaje de Endou preguntándome si quería ir a la torre de metal para un entrenamiento especial, pensé que debía hablar con él de nuevo para aclarar algunas dudas, así que tras enviar una respuesta afirmativa me puse los zapatos y me dirigí hacia el lugar acordado.

Al llegar Endou me recibió cómo de costumbre y todo transcurrió con bastante normalidad, al final, antes de irnos le pregunté a qué se refería con lo que me dijo en la puerta de mi casa, a lo que el contestó.

-Ahora sé que tú no lo querías y que fue culpa del alchol, así que simplemente trataré de ayudarte a que no vuelvas a terminar en una situación así- Tras decir esó amplió su ya habitual sonrisa, su respuesta me siguió pareciendo algo extraña, aún así la acepté y le agradecí por preocuparse.

Tras esa breve conversación Endou insistió en acompañarme a casa, tampoco me negué ya que disfrutaba de su compañia, al llegar me hizo jurar que no me iba a alejar de su lado la próxima vez que bebiese. Entré a mi casa feiz de que a Endou no se le hiciese incómodo verme y tras cenar con la regañina de mi madre de fondo por haber llegado más tarde de lo permitido en casa me fui a la cama decidido a hablar con Gouenji a la mañana siguiente para alararme las dudas.

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora