Habían pasado ya algunos días desde que me había mudado a la ciudad Inazuma, me adapté bastante rápido e hice muy buenas migas tanto con los integrantes del club de atletismo como con mis compañeros de clase, aunque sobre todo me llevaba especialmente bien con Endou, quedábamos absolutamente todos los fines de semana para ir a divertirnos, esta era la primera vez que tenía un amigo tan cercano y de verdad que lo estaba disfrutando.
Me levanté temprano para poder llegar al entrenamiento matutino del club de atletismo, desayuné y salí de casa corriendo dispuesto a llegar algo más temprano de lo habitual, ya que deseaba practicar un poco en solitario para poder perfeccionar mi rendimiento, y así lo hice.
Poco a poco fueron llegando el resto de los miembros a los cuales saludé y nos pusimos a entrenar juntos haciendo pequeñas competiciones entre nosotros.
Seguimos así hasta que sonó la campana que indicaba el inicio de las clases, a lo que nos apresuramos a recoger nuestras cosas y cambiarnos al uniforme del instituto para luego entrar a nuestras aulas.
Las clases finalizaron con el timbre de salida, por lo que recogí mis cosas y fui camino del club de atletismo con tal de continuar con el entrenamiento; al llegar vi a unos compañeros hablando y decidí unirme a la conversación.
-Sí, dicen que si no consiguen los jugadores que faltan cerrarán el club- dijo Onomaru, uno de los miembros veteranos de mi club.
-¿De qué estáis hablando?- dije acoplándome al grupito de cotilleos que se había formado.
-¿No te has enterado?, el director les ha organizado al club de fútbol de la escuela un partido amistoso con la Royal Academy- dijo uno de mis compañeros entre risas.
-¿Y cuál es el problema?- dije un tanto desconcertado por la reacción de mis compañeros a ese "cotilleo".
- Pues el problema es que en nuestro colegio el club de fútbol tiene solamente siete jugadores- dijo otro de mis compañeros.
-¿Pero para jugar al fútbol no son necesarios once jugadores?- dije aún más confundido.
-Ese es el caso, si no consiguen todos los jugadores necesarios cerrarán el club, y en el caso de que los consigan también corren el riesgo de que les cierren el club si pierden el partido.- aclaró el mismo chico de antes.
-Pero... entonces, solo tienen que conseguir cuatro jugadores más y ganar el partido, ¿no?- dije tratando de entenderlo todo.
-Exacto, aunque el problema viene con su adversario, la Royal Academy- me explicaron mis compañeros. -Teniendo en cuenta que son los mejores del país van a perder seguro, pobrecillos- dijeron entre risas.
Legó el entrenador, lo que nos impidió continuar con nuestra conversación y empezamos entrenar.
A mitad entrenamiento se me acercó Endou con un cartel llamando la atención de todos, lo cual me produjo bastante vergüenza.
-¡Kazemaru! Que bien que te he encontrado- dijo alegre - ¿sabes? El equipo de fútbol está buscando jugadores para el amistoso de mañana, y había pensado que podrías unirte-
-¿Yo?- pregunté señalándome a mí mismo con el dedo.
-¡Claro!, ¿no estás diciendo siempre que quieres enfrentarte a los más fuertes?, pues si te unes nos enfrentaremos juntos a los mejores del país- dijo dándome la espalda y mirándome de reojo - estaré entrenando al lado de la torre de metal; piénsalo, y si al final te apetece unirte me lo dices-
-Yo me refería a los más fuertes del atletismo- murmuré mientras veía como se alejaba.
Estuve toda la tarde pensando en la proposición que me había hecho Endou, ¿de verdad pensaba qué serían capaz de derrotar al equipo más fuerte del país?, y más importante aún, ¿que serían capaces de derrotarlos con mi ayuda?, ¡si nunca he jugado al fútbol!
Pasaron unos minutos mientras le daba vueltas al asunto. Al final pensé que Endou era mi amigo y que el club de fútbol era importante para él, así que salí de casa decidido a unirme a su club y a apoyar a mi amigo.
Llegué a la torre de metal cuando estaba atardeciendo y divisé a lo lejos la figura de Endou, estaba entrenando con ese método tan extraño que usó la otra vez, aunque esta vez era un poco más extremo que la anterior. Recorrí con la vista el lugar y vi a unos chicos escondidos entre unos matorrales, después de unos segundos logré reconocerlos, eran los chicos de club de fútbol. Me quedé unos minutos más observando ese extraño entrenamiento que estaba haciendo mi amigo, hasta que por fin decidí acercarme.
-Hola Endou- dije, cosa que lo tomó por sorpresa y terminó chocándose contra ese gran neumático.
-Ah, hola Kazemaru- dijo levantándose del suelo.
-¿A qué viene este entrenamiento tan raro?- le pregunté.
-Es por eso- dicho esto señaló la libreta de su abuelo. -Como los de la Royal Academy son tan fuertes, he pensado que la única forma de detener sus chuts sería con una técnica de mi abuelo, pero todavía no he conseguido nada- dijo riendo.
-¿De verdad crees poder derrotar a la Royal Academy?- pregunté.
-Pues claro- afirmó seguro de sí mismo a lo que yo sonreí y le estreche la mano. -Kazemaru que...-
-Escucha Endou, me has convencido, me uniré al equipo- dije sonriendo.
-Gracias, muchas gracias Kazemaru- dijo riendo.
-Chicos, yo me apunto, pero... ¿Qué decís vosotros?- pregunté mirando en dirección a los matorrales, dejando a Endou un poco desconcertado.
Los chicos del raimon salieron de detrás de los matorrales y después de regañar a su capitán por sus locos entrenamientos se unieron a entrenar también, y así pasamos toda la tarde hasta que se hizo de noche y todos volvimos a casa comentando posibles estrategias de juego que usar en el partido.
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Darkness
FanfictionKazemaru es un chico solitario y sin amigos. Un día su madre descubre que su padre le es infiel con una ex-compañera de trabajo. Fueron con su tio a vivir a Alemania donde tuvo la oportunidad de hacer amigos y hacer lo que mas le gustaba: correr. P...