La Otra Luthor 2 || Elizabeth Luthor

Capítulo 25

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"Feliz, feliz cumpleaños..."

Pov Elizabeth:

—Entonces, en resumen... hiciste setenta desastres a la vez mientras me fui y ahora tenemos que... ¿Conseguirle empleo y comodidades a... tres docenas de alienígenas que convenciste de tener una vida mejor? —la pelinegra frente a mi cuestionó mientras miraba a un punto fijo del suelo.

—Mmm... si, algo así... —la miré—¿Estás molesta? —la mayor apartó su mirada del punto fijo en el que estaba y la dirigió hacia mi.

—¿Enojada? —asentí—Por supuesto que no Lizzie, estoy muy orgullosa de ti y de lo valiente que fuiste —fruncí el ceño confundida.

—¿Entonces no me vas a matar?

—¿Por qué lo haría? —me aparté de ella unos centímetros.

—¿Te lavaron el cerebro en Argo? —rodó los ojos.

—No. Pero me siento feliz de que estés encontrando nuevos caminos Elizabeth, me hace sentir que hice un buen trabajo siendo tu hermana —sonreí.

—Bueno... me enseñaste a luchar por lo correcto y a ayudar a los demás... Creí que era tiempo de ponerlo en práctica —la mayor esbozó una amplia sonrisa.

—Esa es mi hermanita —un sentimiento genuino me recorrió por el cuerpo y sonreí.

La mayor se levantó del sofá y se aproximó hasta la amplia cocina en el apartamento. Retiró el contenedor de vidrio de la cafetera, tomó un par de tazas y virtió el ardiente líquido oscuro hasta el tope de ambas.

—¿Y cómo vamos a hacer que tantos alienígenas tengan una buena vida? —cuestionó mientras le agregaba azúcar a una de las tazas.

—¿Plural? —la miré y ella asintió.

—¿No creíste que te dejaría sola con esto o si? —sonreí—¿O quieres hacerlo sola? Puedo quedarme fuera si qui-

—Si te quedas fuera, voy a llorar —la ojiverde dejó salir una pequeña risita.

—Entonces lo haremos juntas —asentí.

—Sherk y burro, juntas en una nueva aventura... —la mayor dejó salir una carcajada que inundó la habitación—Había pensado en una magnífica idea que beneficia a LCorp.

—¿Qué es? —cuestionó mientras se acercaba a entregarme una de las tazas de café.

—Una fundación tal vez –le di un sorbo al líquido caliente y suspiré cuando el sabor amargo impregnó mis papilas gustativas.

—¿Cómo es que beneficia a LCorp?

—Lena, despierta. Desvío de fondos justificado —la mayor me miró confundida—Dinero de caridad es igual a menos impuestos que pagar.

—¡Elizabeth! —reclamó con rapidez y solté una carcajada.

—Bromita —la pelinegra rodó los ojos y sonreí—Pero si había pensado en una clase de programa que involucre a todas las cedes en el país.

—¿Solo en el país? —cuestionó y asentí.

—En un inicio solamente. Si es exitoso, podríamos hacerlo crecer después. Tal vez también a Europa o centro América.