Capítulo 38 || Final

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Pov Elizabeth:

National City
[4 meses después]

Estaba apunto de tocar la puerta de madera cuando las voces del par de mujeres llegaron a mis oídos.

¿Dónde está? Se suponía que llegaría a más tardar ayer por la noche y no está aquí... yo-

Alex, respira, ¿Está bien? Ella llegará, ya la conoces, no se perdería esto por nada del mundo.

¿Y qué tal por algo del universo?

Por nada del universo, Alexandra —respondí mientras cruzaba el marco de la puerta con una gran sonrisa que se extendió aún más cuando miré a la pelirroja frente a mi—Rao... ¡estás hermosa!

Elizabeth...

La mujer se aproximó hasta mí  con rapidez y me envolvió en un cálido abrazo que respondí con rapidez.

¡Tonta! —un golpe seco sobre mi espalda me hizo tambalear—¡Pensé que no llegarías!

Auch, eso sorpresivamente me dolió —respondí y la mujer sonrió—¡Por Rao, te vas a casar!

¡Ya sé, me estoy muriendo de nervios! —ambas soltamos un chillido demasiado agudo para un gusto crítico.

¡Tía Lizzie! —el siguiente chillido provino de la pequeña rubia que se acercaba a mi a toda velocidad.

—¡Esme pequeñita! —con rapidez tomé a la menor entre mis brazos y la elevé mientras le regalaba un cálido abrazo—¿Cómo estás linda? ¿Te portaste bien mientras estuve fuera? ¿Te han tratado bien todos?

Alexandra ya se ha quejado al menos novecientas veces de todos los regalos que le damos —respondió la mujer mayor frente a mi—Hola, Lizzie.

Eliza, que gusto —saludé a la mujer quién esbozó una sonrisa.

Alex estaba muriendo al pensar que no llegarías.

Lamento mucho el retraso, ¿Quién diría que cruzar medio universo me tomaría tanto tiempo? —mencioné y todas soltaron una carcajada.

Lo importante es que estás aquí —habló la pelirroja en un tono suave y asentí.

Te lo prometí. No me lo perdería por nada —la mayor esbozó una pequeña sonrisa que rápidamente amenazó con desaparecer al mismo tiempo en el que sus ojos se llenaban de lágrimas—¡No, no, no! ¡Sin llorar!

¡Alex, el maquillaje! —replicó la rubia y la mayor se despejó al segundo.

Todas a mantener la calma, nadie va a llorar antes de los votos matrimoniales. Así que respira —ordené y la pelirroja asintió—¡Te ves hermosa! Ambas se ven hermosas.

¿Viste a Kelly ya? —asentí en respuesta—¿Cómo se ve? Dios, seguramente se ve hermosa, quiero ir a verla ya, no me han permitido verla desde ayer por la noche —se quejó y reí.

Es de mala suerte ver a la novia el día de la boda —respondió Kara y Alex resopló.

Claro, como tú ya te has escabullido para ver a Lena, no te quejas —todas en la habitación reímos.

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Observé el pequeño dispositivo en mis manos y suspiré. Solo por si fuera necesario, volví a presionar el pequeño botón central y rápidamente una pequeña luz morada comenzó a parpadear.

La Otra Luthor 2 || Elizabeth LuthorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora