Diario a la Luna

Dos

¿Qué ganas con volver?

¿Por qué regresas? Yo jamás lo pedí.

Pedí no sufrir más.

Pedí borrar tus huellas de mi camino, de mi vida, de mi alma.

Pensé que jamás tendría que volverte a encontrar, 

porque siempre terminabas decepcionándome, 

porque siempre me fallabas por mas dulce fuera el inicio

todo terminaba volviéndose amargo entre más probaba de ti

entre mas te conocía y mas caía en esas mentiras.

Antes amaba escuchar de ti, amaba la idea de tenerte en mi vida, 

y si, pedía que fueras parte de mi.

Antes tenía la ilusión de tener esa felicidad que las otras parejas tenían,

sentía celos de que yo no pudiera tener lo mismo que los demás.

Hasta que llegaste al fin tuve esa esperanza de que era mi turno de disfrutar.

Me equivoqué, porque me lastimaste,

me heriste,

me traicionaste.

¿Por que fui yo tu victima?

¿Por que yo tuve que salir lastimada?

¿Por  que cuando yo solo quería ser feliz y era nuevo en todo este mundo?

Te odié.

Sentía repulsión de solo pensarte e imaginarte.

Juré jamás volver a caer en lo mismo.

No saldría rota una vez más si evitaba volver a enamorarme.

Lo gracioso es que yo no cumplí tampoco mis promesas, que por mas odiara la idea de pensarte volví a hacerlo.

Apareciste de pronto y sin aviso.

Ya no eres el mismo.

Eres completamente diferente.

En otra forma y presentación.

Esta vez eres cálido y sincero, tanto que me asusta pensar que si termina siendo una mentira ya no sabré si podré levantarme.

Me llenas de grandes sueños e ilusiones en mi corazón.

Haces que sea feliz y que agradezca que regresaras.

Gracias.

Porque estoy entendiendo que no eres solo una persona, no eres solo una forma, vienes de diferentes maneras.

El amor que me tocó antes llegó como la misma oscuridad.

Y el amor que llega ahora es la luz.

Estoy enamorada del amor.

Estoy feliz de volver a creer en ti, creer en el amor.

Estoy feliz de volver a tenerte en mi vida, tener amor en mi corazón.

Amor.