Vance Hopper // El Teléfono Negro// The Black Phone

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Pov Vance

Otra noche más sin poder conciliar el sueño, los breves momentos que dormía eran inundados por pesadillas en las que la protagonista era Jess; el sonido del teléfono de mi casa me hizo salir de mis pensamientos, la hora en el reloj marcaba 2:37 AM

-diga- hablé desganado cuando finalmente levanté el teléfono

-es Jess, la encontraron- dijo la voz de Gwen del otro lado de la línea, no me dió tiempo siquiera de colgar el teléfono porque salí corriendo por impulso hacia la casa de los Blake, había una patrulla afuera, en cuanto llegue todos salieron en dirección al auto, me adentré con ellos y seguimos con el camino al hospital

-¿Cómo está ella?- pregunté al aire esperando la respuesta de alguno de los presentes

-no lo sabemos- habló Finn mientras mordía las uñas de sus dedos en un intento por calmar su ansiedad

-solo dijeron que la habían encontrado y que ahora estaba internada en el hospital- continuó Gwen mientras sorbía su nariz y dejaba salir pequeños suspiros

A pesar de que él hospital no quedaba muy lejos, el camino se me hizo eterno por la tensión que sentía

Al llegar finalmente, corrimos a la recepción en busca de  información sobre Jess, inútilmente ya que no nos dijeron nada, solo que esperaramos y así lo hicimos, poco después llegó Robin junto a un hombre, en cuánto nos vió corrió hacia nosotros

-¿¡Qué pasó!? ¿¡Cómo está!?- preguntó histérico, yo a penas si soportaba verlo, desde que Jess desapareció le tomé aún más odio, pues sentía que era tan culpable como yo, la diferencia ahora es que no volvería a pelear con el, cómo dijo Jess, por una estúpida pelea infantil ahora ella está en esta situación

Finn se dedicó a explicarle la situación mientras yo golpeaba el piso con mi pie y sostenía mi cara con ambas manos cubriendo mis ojos cristalizados, ¿Cómo estará ella? ¿Qué le habrá pasado en este tiempo? ¿Qué haré si no la salvan? Esas y muchas otras preguntas poco optimistas rondaban mi mente, sentí que alguien ponía su mano en mi espalda en busca de reconfortarme, miré de reojo y era Gwen

Pasaron un par de horas tal vez, hasta que un doctor llegó a la sala de espera

-familiares de Jessabeth Blake- habló y todos por reflejo nos levantamos, terminaron registrandola así porque su madre jamás respondió siquiera las llamadas

-si, ¿Cómo está ella?- preguntó el señor Blake

-perdió demasiada sangre antes de que llegarán los paramédicos- habló bastante lento haciendo que mi estrés creciera y sin responder completamente lo que preguntaron

-¿Pero ella está bien?- pregunté esta vez yo esperando que respondiera que sí

-esta estable, pero sigue inconsciente -

Solté un gran suspiro quitándome un peso de encima, ella está bien, está viva
Los tres chicos se abrazaron y me invitaron a unirme, dudé un poco pero terminé aceptando

Pov Jess

Escuchaba ruidos a lo lejos, poco a poco el recuerdo del raptor a mi lado y todo lo que pasó llegó a mi mente, abrí los ojos y me senté abruptamente en lo que ahora se es una camilla, toqué mi cuello que me ardía a penas tragaba un poco de saliva y sentí lo que parecía eran vendas, me recosté en el respaldo ignorando la molesta sensación de mi cuello y mi mano con la aguja que dejaba pasar el suero, mientras esperaba que alguien entrara, me moría por verlos a todos, ver si me extrañaban tanto como yo a ellos, no tuve que esperar mucho tiempo ya que entró una enfermera a vigilarme, le hablé lento y con cuidado para pedirle que me dejara ver a mis primos, ésta accedió y salió de nuevo; no pasaron ni 5 minutos cuando cuatro chicos entraron corriendo por la puerta, ¿Cómo hicieron para que dejaran pasar a todos? No tengo idea, pero lo agradecía, estos al verme me abrazaron sin ningún cuidado

-ahhh, esperen- hablé bajo cuando todos se abalanzaron sobre mi, se separaron rápidamente y se disculparon, entendía su emoción pero en serio me ardía el cuello Vance se acerco más a mí y lo que dijo me sorprendió, realmente no sabía que cargaba con algo así

-por favor perdóname, si no me hubiera portado como un idiota no hubieras tenido que pasar por esto - habló Vance tomando mi mano libre y por primera vez, lo ví llorar, antes solo lo ví sollozar, el recuerdo de lo que dijo el fantasma de David vino a mi mente y yo también comencé a llorar, ya todo había terminado, y no culpaba a nadie por lo que pasó

-lo siento mucho Jess, si yo no hubiera llegado, nada de esto habría pasado- habló esta vez mi pequeño amigo Robin

-tranquilos chicos- comencé haciendo un ademán con mi otra mano para que Robin se acercara -escuchenme bien, esto no fue su culpa, el único culpable es el maldito raptor- continúe ignorando el ardor de mi herida

-el está muerto Jess- interrumpió Gwen, y solo ahí fue cuando realmente descansé, el estaba muerto, jamás volvería a dañar a nadie, a ningún niño, no arruinaría la inocencia de nadie más, nunca...

Tiempo después

Era el primer día que regresaba a clases, mi herida ya había cicatrizado dejando una linda marca de batalla, jamás me avergonzaría de ella
Caminé por los pasillos de la escuela tomada de la mano de Vance, los murmullos nada discretos se escuchaban por todos lados, algunos con orgullo, otros un tanto machistas sobre como una chica pudo matar al tan temido raptor, y otros pocos provinientes de chicas que se morían por estar con Vance

En fin, Vance hace unos cuantos días me pidió salir con el y yo acepté gustosa, claro, realmente siempre había sentido un gusto hacia el

Robin también me confesó sus sentimientos poco después de que saliera del hospital, pero le aclaré las cosas, yo a él lo veía más bien como un hermano menor...

Por otro lado, mi primo dejó atrás su cobardía desde que regresé, ya no se dejaba intimidar por los inútiles niños que lo molestaban, incluso invitó a salir a la chica que le gusta

Mi tío y yo hicimos las paces, el se arrepintió de todo lo que les había hecho pasar a mis primos y por el golpe que me propinó aquel día

Y bueno, sobre mi madre, solo pudimos comunicarnos una vez con ella y no fué nada agradable, simplemente me botó como un pedazo de basura con mi tío, da igual, nunca le agradé ni a mí me agradaba ella

Finalmente la paz volvió a Denver, claro aún existía incertidumbre, si hubo un asesino, que nos hace pensar que no hay otro oculto por ahí, pero así es la vida, no podemos vivir teniendo miedo de lo que pueda pasar, después de todo, no estaríamos viviendo, ¿O sí?...