Capitulo 1: viaje en el tiempo

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Jadearon una vez más. Los ojos rojos de Naruto se estrecharon, en su mano derecha comenzó a formarse el Rasengan, tenía varios huesos rotos al igual que varios cortes y el chakra muy agotado, sin contar con que estaba utilizando de forma indiscriminada el chakra del Kyūbi en el modo sennin y eso le podía costar la vida, pero al parecer eso poco le importaba. Solo miraba con algo de rabia y desolación al que alguna vez considero su mejor amigo, su hermano.

Sasuke tenía el Mangekyō Sharingan activado, y en su mano izquierda comenzaba a formarse el Chidori, ahora con los ojos de Itachi había alcanzado la perfección en su Dōjutsu, aunque no estaba ileso, la batalla contra Naruto también le había dejado varios huesos rotos y el chakra ligeramente agotado, dado el hecho de que él no había peleado en la guerra ninja, como Naruto si había hecho.

Pero su resolución de destruir Konoha estaba más firme que nunca, nada le haría cambiar de decisión, ni el rubio al que alguna consideró un hermano, ni la chica de cabello rosa que los veía a lo lejos con lágrimas en los ojos mientras se encargaba de curar con chakra curativo a la heredera del clan Hyuga, misma que había recibido un ataque dirigido a Naruto, tenía que admitir que antes de abandonar Konoha había llegado a apreciarla como a una amiga y quizá algo mas, pero ya no, eso se había acabado. Ahora solo vivía para vengar a su clan.

Y por eso Naruto Uzumaki y Sakura Haruno deberían morir ese día, porque eran los únicos a los que alguna vez quiso, y eran los únicos que se interponían en su venganza.

Peleaban en el medio de la nada, y al mismo tiempo en medio del lugar más importante, donde cientos de ninjas habían dejado sus vidas allí para que Madara no destruyera el mundo ninja al capturar al resto de los bijus.

-Esto es el fin, Sasuke -dijo Naruto con seriedad. -No me dejas otra opción, para que el mundo ninja tenga paz, tú debes morir.

El Uchiha sonrió con arrogancia y crueldad.

-Curioso, pienso lo mismo, para que yo pueda cumplir mi venganza y destruir Konoha tú debes morir.

Naruto entrecerró los ojos con dolor, su mirada paseó por los cadáveres de Kakashi, Ino, Shikamaru, Neji, Tenten, Gaara, Bee y otros tantos ninjas que Sasuke había asesinado ante sus ojos antes de que comenzaran su pelea. Eso definitivamente no se lo perdonaría nunca.

Nunca.

Los dos se miraron una última vez y al mismo tiempo se lanzaron sobre el otro, para acabar de una buena vez, todo. Sakura y Hinata gritaron, levantándose e ignorando las heridas que Sasuke había causado en ambas, con dificultad llegaron hasta donde los dos chicos estaban a punto de matarse y al mismo tiempo que Hinata activo su Byakugan, Sakura utilizó una de las técnicas de los Senju que su maestra le había enseñado.

La combinación del Sharingan de Sasuke, el Byakugan de Hinata, el (sorprendentemente) Rin'negan de Naruto que logró activar al ser un Uzumaki cuando vio a Kakashi morir, los envolvió en una fuerte luz. Sakura cerró los ojos mientras sentía como ella al igual que los otros tres estaban siendo arrastrados por esa explosión de poder de los tres Dōjutsu, el chakra dorado que emanaba de sus manos se mezcló con esa luz, y mientras eran arrastrados a quien sabe dónde, solo deseo por un momento, alejarse de ahí. Demostrarle a Sasuke que no tenía que destruir el lugar donde había nacido. Deseó que por un instante, todo fuera diferente. Que no estuvieran en medio de la cuarta guerra ninja.

El deseo de tu corazón.

Eso era lo que su maestra le había dicho cuando le enseño el jutsu de los Senju. Ni Hinata, ni Naruto, ni Sasuke, ni ella, ni nadie, ninguno merecía la situación en la que estaban. Ellos tres habían crecido prácticamente sin padres, ella los había perdido cuando tenía catorce. Si tuvieran una oportunidad, solo una de cambiar la historia. Donde Sasuke se diera cuenta de que la venganza no lo era todo, donde Naruto pudiera conocer a sus padres y ser feliz.

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