Hana la consejera de el rey y mejor amiga de infancia de el mencionado es también la mejor amiga de Jo Young. Esta se enamora perdidamente de él segundo mencionado desde la niñez hasta la adultez el por otro lado no conoce sus sentimientos ya que so...
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HANA
Está muerto...
—— Alteza, beba un poco de agua. — se me acercó la señora Noh mientras que yo miraba a la nada — La hidratará un poco...
—— No me llames así. — susurré con la mirada perdida — Lo último que quiero es ser una Reina. No me llames así. — la miré finalmente — Llámeme, Hana, Niña malcriada o pequeño monstruo, pero no me llames así. Por favor... — supliqué entre susurros y ella hizo una mueca apunto de llorar — Eres la última que me queda. Perdí a mi padre, perdí a quien amaba como a un padre, el príncipe. Perdí a mi prima, Perdí al Rey, mi hermano... — cerré mis ojos sollozando — Y perdí al hombre que amo. — comencé a sollozar con los ojos cerrados — No quiero perder a la mujer que me crió. No quiero perder a quien amo como a una madre. Así que llámame por mi nombre. Te lo suplico... — pasó un pañuelo por mis manos las cuales estaban ensangrentadas por culpa de mis uñas que me lastimaban y liberó lágrimas en silencio —
Finalmente me levanté y no fue por nada positivo.
—— Hana... — murmuró la señora Noh y se levantó conmigo — Perdimos a nuestra familia, pero aún nos tenemos. ¿No es así? — la miré en silencio — Ven aquí, mi niña. — sollocé y corrí a abrazarla —
—— Señora Noh... — No sé con certeza si ella entiende lo que sucede, pero aún así ella me sostiene y acaricia mi cabeza con cuidado —
—— Nada de esto es tu culpa, cariño... Ahora solo quedamos tú y yo. Solo nos tenemos a nosotras...Sé que serás una increíble Reina. Yo estaré a tu lado para apoyarte en todo. — asentí liberando lágrimas —
Me sobresalté de repente cuando un temblor se hizo presente. Miré a mi alrededor separándome de él abrazó. Mis ojos se posaron en la ventana. El cielo se estaba destruyendo y rayos caían por todas partes.
—— ¿Qué rayos es eso? — La señora Noh también se sobresaltó y miró desde la ventana —
—— Señora Noh. — giré a ella — Vaya por cada persona que habita en el palacio y ocúltense. No quiero que nadie salga o se arriesgue. Ahora. — La señora Noh asintió y se marchó corriendo — ¿Qué sucede? — Fruncí el ceño y vi como el cielo se destruía. ¿Qué significa eso? Otro temblor fuerte que me hizo sostenerme de mi mesita de noche. Levanté la vista viendo la catástrofe que se hacía —
Dejé el pánico cuando un pensamiento llegó a mi mente.
El rey lo había logrado. Había asesinado al traidor.
Cambió el tiempo. El tiempo se estaba reiniciando. Sonreí liberando lágrimas.
—— Lo logró, su alteza. — Sentí un poco de dolor en el corazón porque después de todo era mi padre. Mi padre había muerto... —
