Hana la consejera de el rey y mejor amiga de infancia de el mencionado es también la mejor amiga de Jo Young. Esta se enamora perdidamente de él segundo mencionado desde la niñez hasta la adultez el por otro lado no conoce sus sentimientos ya que so...
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HANA
No tengo la menor idea de cuánto tiempo llevo aquí, pero esos idiotas se fueron a comer y ni siquiera pensaron en si tenía hambre.
Era el momento oportuno de huir.
Miré a mi lado y vi que la navaja ya no estaba. El debió tomarla. No es estúpido...no tanto.
Suspiré ymiré hacia adelante.Mesobresalté al ver a un niño vestido de negro mirándome.
—— ¡Por el amor de...! Me asustaste, niño. -Amo a los niños pero no cuando me asustan- ¿Qué haces aquí? El hombre que me tiene aquí es demasiado peligroso así que mejor sal de aquí ¿Si? Ve con tu familia. ¿De acuerdo? Esto es muy peligroso para ti.
—— Yo estaré bien. — me respondió frío — Ya liberé a la teniente. Yo quiero equilibrar todo. — fruncí el ceño sin entender lo que decía. Para ser un niño hablaba como adulto —
—— ¿La teniente también? -Antes de hacerle preguntas, sentí mucho dolor de cabeza y cerré los ojos llena de dolor.Aúnestoy mareada y débil. Escapar no va a ser fácil estando en este estado. —
—— Hay cosas que aún no se cumplen. — me entregó el pequeño la navaja — Aún tienes que ir con tu amado. Ve. Debo mantener todo en equilibrio. — fruncí el ceño confundida y el pequeño se fue corriendo de allí. ¿Qué rayos fue eso? —
No hay tiempo... Aprovechando que estaban con la guardia baja escapé aún mareada.
Corrí por lo que más quise y me escondí ignorando el dolor y los mareos. Mi cuerpo quería caer inconsciente.
—— ¡Es escapó! — exclamó uno de ellos — ¡Búsquenla a como de lugar! No importa como. Debe estar ella aquí antes de el jefe regrese. — cerré mis ojos escondiéndome — No tuvo que ir lejos. Búsquenla. — Ellos tomaron sus autos y arrancaron creyendo que me había ido en esa dirección.Había un bosque cerca, entré a ese bosque y al parecer se dieron cuenta ya que regresaron y comencé a correr oyendo disparos-
—— Imbeciles — murmuré fatigada — Les dijo que no me lastimaran... ¿Eso también fue mentira? — Corrí tratando de no caerme por lo mareada que estaba, pero ya se me estaba haciendo imposible. Me tropecé con un tronco y caí al suelo golpeándome con ramas y algunas rocas. Me quejé adolorida, pero mi cuerpo aún débil no quiso moverse. Mequedé quieta en el suelo sintiendo mi cuerpo rendirse —
—— ¡Debe estar cerca! Mantengan los ojos abiertos. — al oírlos abrí los ojos viendo la luna. Es de noche, es más fácil para mí huir. No puedo rendirme ahora...—
