La historia transcurre tras el final de la segunda película de la trilogía "Las crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian" un final que nos deja una historia de amor en el tiempo.
CUARTA ENTREGA DE LA SAGA AMOR ❤️
Tras mi decisión, Peter y yo hablamos de ello y me despedí de Lucy y Edmond sabiendo que algún día les volvería a ver.
Tras la despedida,fui hacia Caspian que tenía una expresión asombrada.
Mi primer gesto fue un beso apasionado,confirmandole lo que él me pidió anoche.
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Tras el beso,me abrazó y me susurró al oído:
Caspian: Gracias
Susan:Porque?
Caspian:Por quedarte conmigo
Pasó su mano por mi cintura y las mariposas de mi estómago había tomado la decisión adecuada,pero al ver a mis hermanos irse mi corazón lloraba de pena...
Tras un abrazo y mostrarles mi sonrisa más dulce,triste y sincera cruzaron el umbral,sin saber cómo afectaría a nuestro mundo mi ausencia.
Dos años después...
Era de noche cuando salí a entrenar. Mi maestra de batalla, Alina llegó poco antes que yo. Le encanataba meditar antes de entrenar.
Alina: Bienvenida Susan,estás lista?
Susan: Estoy lista para la lección de hoy, maestra.
Alina: Bien,comencemos.
El entreno fue duro,pero mereció la pena. Después de la batalla contra los Telmarinos necesitaba tener bajo control mis poderes.
Acabamos meditando y vi que el amanecer se aproximaba y me fui de allí.
Susan: Muchas gracias por lo de hoy Alina.
Alina: La verdad es que estoy sorprendida Susan. Para llevar poco tiempo con esta lección, lo llevas bastante bien. Sigue así y serás alguien grande y poderosa.
Entré en mi dormitorio ansiosa por mañana. Era mi boda con Caspian. Dos años después había llegado el momento.
Lo habíamos planeado hasta el mínimo detalle. Capsian se había preocupado de que todo fuera como los dos queríamos.
Oí un ruido y mis sentidos se pusieron alerta, ya que no tenía arma en mano me preparé de lo que sabía para defenderme.
La magia.
Una espada se posó en mi hombro rozando mi cuello. Sabía quién era,por el acero de su espada, pero decidí seguirle el juego
Voz desconocida: Levanta las manos despacio.
Hice lo que me pidió pero yo fui más rápida. En un abrir y cerrar de ojos estuve tras de él y le susurré al oído:
