Starstruck;Quackity

Tres

🇺🇸 | Aeropuerto internacional de Los Ángeles, California | 12:25 a.m
ʚ Alexandra's Pov ɞ

Estaba sentada sobre mi maleta viendo mi teléfono, leía una novela que hace días quería terminar pero el tiempo no me daba, mi hermana caminaba de un lado al otro y era tan fastidioso para mi.

—¿Enserio vas a estudiar?—dijo señalando mi teléfono.

—No, se llama leer, inténtalo te va a gustar—dije de forma sarcástica y volví a mirar mi teléfono mientras mordía la uña de mi dedo pulgar, algo que no extrañaba de Los Ángeles era el calor insoportable, sostuve mi teléfono en mi pierna y até mi cabello.

—Yo si leo—dijo ofendida.

—Twitter no cuenta—dije rodando los ojos.

—Hey, con twitter no te metas—bufé. Volví mi mirada hacia mi teléfono y Sara volvió a quejarse—¿Por qué tardan tanto? Solo denme un auto para que vaya a buscar a Quackity—chillo de la emoción y la miré incrédula.

—Emm, Sara—llame su atención—No puedes conducir aquí—le dije.

—Si, si puedo. Tengo licencia—comentó obvia.

—Tal vez en México puedas manejar legalmente pero aquí—Señalé el letrero detrás de ella—No puedes rentar un auto, a menos que tengas veinticinco—me encogí de hombros.

Ella soltó un chillido de frustración y reí un poco.

—¿Como se supone que haré lo que quiero hacer?—dijo conmocionada y mis padres llegaron de nuevo con nosotras.

—¿Y que se supone que quieres hacer?—dijo mi mamá posicionándose a lado de mi hermana quien solo dio un respingo y los miró sorprendida.

—Amm—pensó un momento—Ir con Lex a conocer la ciudad—fruncí el ceño mirándola.

—Bueno, la abuela tiene un auto que quizás te preste—mi hermana sonrió.

—Dios es grande—festejó en un susurro.

Rodé los ojos y todos subimos nuestras maletas al auto que rentaron mis padres, el camino a casa de mi abuela era tranquilo. Me gustaba ver las calles de Los Ángeles, era hasta cierto punto reconfortante. Había vivido la mayor parte de mi infancia aquí, así que regresar a la casa de abuela siempre era una caricia al corazón.

Nos estacionamos frente a la casa de mi nana y mi madre bajo apurada del auto.

—¿Ves? A esto me refiero—camino hacia la casa—Mamá, ten cuidado—dijo viendo a mi abuela sobre una escalera podando los árboles de afuera.

—Aquí viene la mandona—dijo mirando a su esposo y bajo de la escalera con ayuda de este mismo.

—Mamá, ¿Qué tal si te caes y te rompes la cadera?—dijo mi madre reprendiendo a mi abuela.

—Ay Barbara cálmate, William me estaba cuidando—dijo feliz y abrazó a mi mamá.

—Nos cuidamos el uno al otro—comentó el hombre mayor y mamá rio.

—Si claro, lo sé, pero aún así deben tener precaución—advirtió una vez más mi madre, la abuela abrazaba a mi padre a forma de saludo y corrí hacia ellos.