✧・゚𓂃 magenta.

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Las fiestas de Chan siempre habían sido memorables, o bueno, precisamente eso no, ya que pocos eran los que terminaban recordando algo de la noche. Y es que mi mejor amigo no escaseaba con nada que ayudara a perder el control y aumentara el desmadre, sobre todo cuando las organizaba con Zico, un amigo de su barrio al que tampoco le faltaba fama.

— ¿Cuántas lleva ya? —pregunté molesto al rubio al tiempo que quitaba la extraña bebida color magenta de la mano de Jeongin y se la cambiaba disimuladamente por un vaso vacío, del cual siguió bebiendo como si nada. — Te dije que no quería que bebiese mucho.

— Y a mí que me cuentas, no soy su madre, además de que todas las cogió él solito —respondió sonriente mi amigo, disfrutando, al contrario que yo, de la divertida escena de Jeongin borracho, sentado en la mesa y balanceando las piernas mientras hacía algo parecido a bailar. — ¿Verdad que sí, Innie?

— ¿Eh? —el mencionado nos miró con desconcierto, dando a entender que no se había enterado de nada, y de inmediato mostró una enorme sonrisa y me agarró del brazo, atrayéndome hacia él y dejando caer el vacío vaso al suelo. — ¡Jinnie, Jinnie, Jinnie, Hyuncito!

— ¿Hyuncito? ¿En serio?

— Cállate, ya te dije que no reacciona bien al alcohol.

— Como digas —despeinó con diversión a mi novio sin dejar de reír y me quitó la copa llena de las manos, apropiándose de ella y bebiendo tranquilamente, como si fuera la primera de toda la noche, cosa que no podía ir más lejos de la realidad. — Voy a buscar a Minho, me dijeron que ya había llegado.

— ¿Quién es Minho? —preguntó Innie sin soltarme.

— Minho es mi princesa.

— Minho es su novio —respondí rodando los ojos.

— ¿HAY UNA PRINCESA AQUÍ? —Antes de que pudiera detener al menor, ya se había puesto en pie de un salto, tropezando con varias personas a su paso, y fue directo a Chan, agarrando infantilmente su manga y tirando de ella. — ¡Yo quiero verla, porfis, porfis Chanie!

Al final terminamos ambos siendo arrastrados por Innie por la casa en busca de una "princesa", a la cual encontramos borracha, en las escaleras, y durmiendo con una postura, como menos, incómoda. Chan fue el primero en acercarse, sentándose al lado de su pareja para empezar a pellizarle cariñosamente la mejillas, disfrutando de cómo este se removía con molestia al tacto del rubio.

— Jinnie... —me intentó susurrar Innie, pues el tono del castaño no bajaba ni con todos los esfuerzos del mundo. — Es un chico...

— Ya lo sé.

— ...

— ¿Pensabas que era una princesa de verdad? —pregunté entre risas, observando la tierna cara de decepción que ahora mostraba.

— Sí... —a pesar de todo se acercó lentamente a la pareja, y también se unió a molestar a Jin, pellizcando su otro moflete hasta hacerlo despertar por completo. Cuando el mayor abrió los ojos, Innie pegó un salto asustado y volvió corriendo a mí. Chan, al contrario, permaneció sentado y besó a su novio como saludo. — Se están besando...

— Claro, ya te dije que son novios —reí y rodeé sus hombros, empujándole ligeramente para sacarle de allí al notar que la escena comenzaba a coger temperatura. — Ven, vamos a dejarles intimidad.

— Vale —respondió mientras echaba a andar, dejándose guiar por la casa hasta llegar al jardín, uno de los lugares más vacíos debido al frío nocturno. — Yo también quiero intimidad con Jinnie.

— Está bien, tengámosla.

— ¡Genial! —sonrió y se dejó caer en el césped, sentándose inmediatamente con las piernas cruzadas y mirándome expectante desde abajo. Tomé asiento a su lado, empezando a sospechar que el castaño no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

colors ✦ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora