Capítulo 4: Destruirlos

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Darek

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Darek.

|14 años atrás.

Abril 2009.

—¡Mocoso de mierda!

El golpe me manda al suelo, sintiéndome aturdido por unos segundos antes de mirar hacia arriba.

Alzo la mirada encontrándome con los ojos enrojecidos de mi padre y enseguida sé que está ebrio.

—¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi esposa?! —vocifera con furia.

Me quedo callado mientras me encojo en mi lugar, miro detrás de él, encontrándome con la mirada burlona de mi tía, Anastasia, la hermana de mi madre.

—Y-yo no hice nada, padre —respondo en voz baja.

Mi padre avienta una botella de vidrio que se rompe frente a mí, los vidrios rotos saltan y me cubro la cara enseguida sintiendo ardor bajo mi mentón.

—¡Todo es culpa de Danyah que no te ha sabido criar bien! —acusa negando—. Por esa razón sólo Iván es el único hijo que reconozco como mi heredero.

Aprieto los labios reprimiendo las ganas de llorar.

—¡Tú y tus hermanos no son más que bastardos ingratos!

Sus palabras son como puñales que atraviesan mi corazón, me pellizco los muslos convirtiendo el dolor emocional en físico, porque sé que si me pongo a llorar solo empeorará la situación y posiblemente termine con algún hueso roto.

—Me disculpo, padre —digo sabiendo que no tengo nada por qué disculparme.

Sea lo que sea, lo que mi tía le dijo a mi padre, es mentira. Sin embargo, nunca me creería, no cuando ella es su esposa y yo solo soy hijo de su amante.

Anastasia nos odia a mis hermanos y a mí, porque de alguna manera nos ve como una amenaza, sobre todo a Nikolai, quien es primogénito de mi padre.

—¡Buscaré a la puta de tu madre y le daré su merecido por no saber controlar a sus hijos! —asevera mi progenitor.

Niego y me arrastro contra los vidrios hasta llegar frente a mi padre y suplico.

—No, castígame a mí —pido desesperado—. Yo cometí el error...

—¡¿Qué estás haciendo?!

El grito de mi hermano mayor resuena por todo el lugar.

Giro la cabeza viendo a Nikolai mirar a mi padre con furia, se acerca hasta mí y me ayuda a ponerme de pie.

El trono en ruinas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora