Saga "Juego de reyes".
ᯇ Libro 2. Poder y Venganza.
Han pasado tres años desde aquella noche trágica.
El dolor de la pérdida sigue latente, una historia sin contar y una mafia que desesperadamente lucha por sobrevivir.
Una venganza pendiente.
...
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Calet.
|Hace 3 años atrás.
Calabria/Italia
Diciembre, 2021.
Camino de un lado a otro intentando no perder la paciencia, quiero entrar al quirófano para ver cómo está Kenna.
De mis dedos sigue goteando sangre de la herida en mi hombro, pero no siento el dolor de esa herida. Siento dolor por todo lo que ha pasado.
Ya está amaneciendo y no se suponía que las cosas fueran de esta manera, no debía pasar nada de eso, no tenía que ser así.
«Mi pequeña»
Aprieto los puños recordando la expresión de su cara cuando Mikael cayó al suelo, muerto. Como sus ojos escaneaban su cuerpo antes de poder procesar que sucedía y cuando finalmente lo entendió, su mirada... Dios, esa mirada llena de dolor, de incredulidad y de negación me rompió el corazón.
Aún podía escuchar su voz gritándole al cuerpo sin vida de Mikael, como rogaba porque abriera sus ojos y me sentí tan impotente al verla de esa forma.
Destrozada, frágil, temerosa y tan deshecha.
Jamás pensé que podría verla así, ella tenía que ser feliz, se lo merecía después de toda la mierda que ha pasado desde niña, tenía que tener su final feliz como siempre quiso.
No quería ni imaginar cómo estaría cuando despierte, cuando despierte en un mundo sin Mikael, sin el amor de su vida.
—Calet, cálmate —escucho la voz de Darek Morozov.
Niego y me paso las manos por la cara lleno de desesperación.
—Estará bien.
Me río dolido.
—¿Estará bien? —me giro a verlo con furia y respirando con fuerza—. Su corazón se detuvo dos veces de camino al hospital y si sobrevive a la cirugía nada va a estar bien. ¡Asesinaron al amor de su vida frente a ella, el mismo día en que se casaron! ¡Le jodieron la puta vida!
—Calet...
—¡No! ¡Nada va a estar bien después de esto! —grito sintiendo que me arde el pecho—. Después de esto ella ya no será la misma, eso suponiendo que pueda...
Me callo cuando por el pasillo se acerca Dmitri junto con Danyah y... maldigo por lo bajo cuando veo que traen a los niños.
—¿Dónde está? —pregunta apenas está frente a mí—. ¿Cómo está?
Abro la boca para contestar, pero la voz suave de Kiara me hace callar al instante.
