*como puede hacer tanto frío* murmuró una mujer rubia mientras caminaba a la torre hokage, con un grueso abrigo de piel cubriendo su cuerpo.
Una vez llegó, sentada cerca de la puerta, en un escritorio aparte estaba su secretaria, Kushina Uzumaki, la cual estaba arreglando algunos papeles.
*Buenos días Tsunade* saludo la pelirroja viendo a la actual hokage quien devolvió el saludo para luego entrar a su oficina.
Un frío viento soplo por una de las ventanas, frunciendo el ceño, la hokage cerró la ventana y se sentó, preparada para otro tedioso día como la líder del pueblo.
*sólo un mes más* murmuró la rubia con algo de alegría, pues sólo quedaban unos días más antes que uno de sus mejores shinobi tomará su lugar, y sabía perfectamente quien sería.
~~~~En Otro Lugar~~~~
*¿que se supone que hacemos aquí?* dijo Gaara con voz monótona, mientras una nube de arena la protegía a ella y su hermana de una fuerte lluvia, mientras Naruto simplemente veía a la lluvia sin tener molestia real, de echo ser el mejor usuario de magia de agua de su clan hacia que te importara poco o nada los climas llenos de agua.
*este es el paso número uno de mi plan* dijo con simpleza mientras se quitaba su chaqueta y la tiraba por ahí.
En su mano, un círculo mágico apareció, para luego tirarlo al suelo y en un destello de luz azul oscuro, una potente flama salió de esta, la cual rápidamente tomó forma humanoide, siendo una linda chica de cabello flameante... literalmente pues este era una flama la cual permanecía levantado, con dos mechones largos que en marcaban el rostro de la chica, el cual tenía forma de corazón, con dos hermosos ojos rojo fuego y una gema de rubi en forma de rombo la cual estaba hubicada en su frente.
Su piel era de un vibrante tono de amarillo, y esta usaba un largo vestido de color rojo ladrillo, con un broche de rubi en el medio de su pecho.
{Uma- Hija de Ignis- Princesa de las Flamas- Una de las Encarnaciones del fuego- Familiar y amante de Naruto]
*¿Naruto? ¿que pasa?* pregunto totalmente confundida Uma, mientras su rostro se tornaba en leve molestia por las gotas de lluvia.
*Uma, podrías dispersar la lluvia* dijo Naruto con tranquilidad.
Con un asentimiento, la chica levantó sus manos, una larga llamarada rojo carmesí salió de esta, la cual despejó el cielo en unos segundos.
Los dos peones del sitri se sorprendieron al ver el poder de la chica.
*eso es todo* le pregunto Uma acercándose a Naruto quien negó.
*ellas dos son mis peones, cuidalas mientras me encargo de lo demás* dijo Naruto con calma mientras desplegaba sus alas.
*bien pero recuerda Anand quiere que vayas a su escuela la próxima semana* dijo Uma quien le dio un beso rápido a Naruto para luego caminar a las dos chicas.