3/4 (Problemas de la aceptación)

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Su dedo se desliza sobre la pasta de su libro, acariciando las letras del Volumen 3 Edición Especial antes de girar a la siguiente hoja a la derecha.

— Kakashi — su almohada gruñe muy bajito, aplastada debajo de él y empujando ligeramente su cuello cuando Kakashi se gira sobre el sofá más allá de la línea de luz.

Es una escena emocionante, y no importa si Kakashi ha leído este libro al menos cinco veces en toda su vida él realmente ama la secuencia de los diálogos, la profundidad y la forma en la que Jiraiya ató todas las pequeñas cosas para formar una escena así. Es... especial. Y ahora mismo se siente tan especial que incluso podría llorar si no fuera porque su molesta y ruidosa almohada se agita de nuevo.

— Kakashi, ¡realmente tengo que irme!

Kakashi gruñe y se acomoda contra el cojín y el muslo de Gai, aprisionándolo con mucha más fuerza para impedirle que escape al mismo tiempo que sigue leyendo, manteniendo los ojos fijos en la hermosa escena romántica del Volumen 3 e ignorando el puchero de su inquieta almohada.

Son sólo las once de la mañana, y Kakashi acaba de terminar su segundo desayuno y lo único que realmente quiere es leer su novela recostado en las piernas de Gai hasta que sea hora de volver a comer, y luego seguir recostado en su regazo hasta que tengan que ir a la cama y dormir juntos, uno al lado del otro, abrazados de tal forma que lo único que pueda sentir sea la piel desnuda de Gai rozando su cuerpo y luego empezar un nuevo día a su lado.

Pero obviamente Gai no parece estar de acuerdo con sus maravillosos planes y Kakashi tensa la mandíbula cuando Gai agita su muslo hacia arriba en un intento de que se incorpore, lo que es lo último en la lista de "cosas que Kakashi Hatake quiere hacer."

— Vamos, Rival, solo será un par de insignificantes horas, ¡Te prometo que estaré de regreso antes de que te des cuenta que me fui! — Gai vuelve a mover la pierna como si Kakashi fuera una pelusa difícil de sacudir, y esa insistencia solo hace que Kakashi se deslice más sobre Gai, doblando su espalda para recargar todo su peso sobre él y dejar únicamente sus piernas afuera de su cuerpo.

— Mnh, tus estudiantes son adultos, Gai, ya no te necesitan — Kakashi tararea y recarga su espada sobre el abdomen de Gai para clavarlo más contra el sillón, obstruyendo la única línea de escape cuando trata de subir también las piernas.

— ¡Estoy completamente consciente de que mis alumnos son grandiosos por sí mismos! ¡Su juventud está llena de vitalidad y serán shinobis legendarios y reconocidos en todas las aldeas ninja! Pero... — Gai suspira hondo, recargándose contra el respaldo cuando Kakashi se empuja con los pies y prácticamente lo utiliza como base — Kakashi, se los prometí. ¡Y sabes que soy un hombre que cumple con sus valiosas promesas! No puedo simplemente rechazar su solicitud de evaluar su avance en su bello camino hacia la cima, Rival. Ellos no confían en nadie más que en mí y yo creo que ellos...

— No me importa — la voz de Kakashi es fría y sin gracia, y Gai cierra la boca cuando Kakashi baja la pasta de su libro y le da una mirada de advertencia, empujándolo con sus brazos otra vez — Quiero que te quedes conmigo.

Gai parece profundamente honrado y feliz con unas palabras tan sinceras y sentimentalistas viniendo de la propia boca de Kakashi Hatake, pero él sabe que decirle que se quede ya no va a funcionar como lo hizo las primeras veces que pudo mantenerlo en su departamento.

Han pasado tres meses desde que comenzaron a vivir juntos, y han pasado un par de semanas desde que Tsunade le retiró el medicamento para no perturbar a su bebé el último trimestre de gestación.

El segundo trimestre se había sentido fácil, liviano, e incluso si Tsunade le había reducido el medicamento Kakashi todavía se sentía lo suficientemente razonable, absolutamente satisfecho con su relación con Gai y con la forma tranquila en la que el bebé había estado creciendo y fortaleciéndose.

Somos tres (GaiKaka - Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora